Diego Carbone quedó en la mira tras el atentado a Cristian Kirchner. El día que le apuntaron a la cabeza con una pistola y gatillaron, no estaba junto a ella, porque ese día tenía franco. ¿Dónde estaba? Según fuentes seguras de esta revista, estaba jugando al fútbol con amigos.
Carbone custodia a CFK desde que era senadora y es el único agente de seguridad con el que ella tiene diálogo. Con el resto casi no habla. En la carrera policial, Carbone es comisario mayor, el escalafón previo a ser comisario general, el máximo cargo en la Policía Federal. Es decir que tiene un rango alto y tareas menores, pero sigue al frente de la custodia por una sola razón: es la única persona en la que la Vicepresidenta confía.
Carbone se hizo célebre porque aparece en todas las fotos de Cristina cuidándola de manera celosa y también por verlo hablando de manera descontracturada con otros políticos. Por ejemplo, uno de los días en los que se juntaron militantes frente a la casa de CFK, se lo vio hablando con el sanjuanino José Luis Gioja. El video se viralizó con una supuesta frase que decía Carbone: “La plata que hemos choreado con este”. Cuando en verdad dijo: “La plata que nos choreó con este”. Nunca quedó claro quién era “el otro” al que se refería.
El jefe de la custodia de la Vicepresindenta es luchador de kickboxing y salió campeón sudamericano en 2019, además tiene relación con el jefe de la barrabrava de Boca Rafael Di Zeo.
Tuvo la mala suerte de que el día que atacaron a su jefa él no estaba, y quedó en la mira, porque los custodios que están bajo su responsabilidad tardaron muchísimo tiempo en darse cuenta que habían intentado asesinar a Cristina Kirchner y nunca la sacaron del lugar.
Ahora, con la custodia quedó reconfigurada. Se relevaron alrededor de cinco agentes y se sumaron otros. Hasta ahora, Carbone era el único que elegía a los custodios. A partir del atentado desde el Ministerio de Seguridad empezaron seleccionarlos ellos.
