Los amagues del oficialismo por derogar las PASO y la reacción K frente al avance del juicio oral por Vialidad comenzaron a diluir las chances de un diálogo con la oposición, luego de la media sanción a la reforma de la Corte Suprema y el alegato de Cristina Kirchner de este viernes, las posibilidades se volvieron casi nulas.
En el sector más moderado de Juntos por el Cambio advierten que el supuesto llamado al diálogo es un tema cerrado, y en ala más confrontativa de la coalición, que encabeza la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, destacan que la posibilidad de dialogar nunca estuvo realmente sobre la mesa y por lo tanto nunca fue una posibilidad fuera del Congreso nacional.
Entre una catarata de críticas por la nueva ofensiva del oficialismo contra el Poder Judicial, el mensaje pasó desapercibido, pero el miércoles la Mesa Nacional de JxC, que integran los principales referentes de la coalición, lanzó un comunicado con una advertencia sobre el “diálogo”, en la previa de la sesión del Senado para modificar el máximo tribunal.
“No hay manera de construir consensos en la dirigencia política que hoy reclama y exige la sociedad, si desde el propio Gobierno se alienta una agenda que nada tiene que ver con resolver la inflación, disminuir la pobreza, terminar con la inseguridad, incorporar a vastos sectores de nuestra sociedad al mundo del trabajo, generar los acuerdos para aumentar las inversiones en los sectores estratégicos de nuestra economía estableciendo reglas claras y permanentes”, señaló la fuerza opositora.
Pasaron apenas dos semanas desde que, tras el atentado a la Vicepresidenta en Recoleta, Eduardo “Wado” de Pedro dejara trascender que el oficialismo pretendía avanzar con un diálogo político.
El ministro del Interior incluso inició, por el ala “dialoguista” de Juntos por el Cambio, una ronda de llamados que incluyó por ejemplo el presidente de la UCR y gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, o referentes de la Coalición Cívica, como Maximiliano Ferraro y Juan Manuel López. Según indicaron en la coalición opositora, los contactos no se repitieron.
La reacción, en aquella oportunidad, ya había sido escéptica y cargada de desconfianza, y ningún referente aceptó participar de la misa por Cristina Kirchner en Luján, que se terminó convirtiendo en una suerte de acto del Frente de Todos.
El 15 de septiembre, Cristina Kirchner habló públicamente por primera vez desde el atentado que sufrió frente a su domicilio, y, a su manera, ratificó la necesidad de “llegar a acuerdos”, camino que había abierto su ministro de mayor confianza.
“Que la gente pueda volver a comer, pueda volver a tener un trabajo, no lo vamos a lograr hablando únicamente entre los que pensamos de una manera. Eso fue cuando yo me junté, que tuvo tanta prensa, con Melconián que nadie puede pensar que yo tengo las mismas ideas que Melconián en política. La gracia es juntarse con los que piensan distinto y ver, si al menos en economía, podemos tener un acuerdo mínimo”, dijo.
Los hechos que dinamitaron cualquier chance de diálogo entre el oficialismo y la oposición
En el medio, “pasaron cosas”. Un sector del Frente de Todos, sobre todo el más cercano al presidente Alberto Fernández, reforzó sus críticas a los “discursos de odio” supuestamente impulsados por la oposición, los medios y la Justicia, que habrían terminado provocando el ataque a la Vicepresidenta.
Impulsado por los gobernadores del oficialismo, el Frente de Todos volvió a sondear la posibilidad de avanzar con un proyecto en el Congreso para derogar las Primarias, Abiertas, Simultaneas y Obligatorias (PASO), algo que traería serios problemas para la oposición a la hora de definir las candidaturas. Por ahora, el Gobierno no tiene los números asegurados para hacerlo en Diputados, pero no está lejos y crece la preocupación en JxC.
El jueves, por orden de Cristina Kirchner y horas antes de que la Vicepresidenta hablara en el juicio oral por la presunta corrupción en la obra pública, el oficialismo aceleró en el Senado, hizo concesiones para conseguir el apoyo de aliados, y aprobó en el recinto el proyecto que buscará llevar de 5 a 15 el numero de miembros de la Corte Suprema. La sesión estuvo cargada de cruces entre oficialismo y oposición, y la tensión se trasladó ahora a Diputados, donde el Frente de Todos no podría avanzar.
Este viernes, finalmente, la Vicepresidenta habló ante el Tribunal Federal Oral 2. Además de lanzar durísimas críticas y de prometer que denunciará a los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, que pidieron 12 años de prisión en su contra, Cristina Kirchner también cargó contra la oposición y sembró dudas sobre los “autores intelectuales” del atentado que sufrió en Recoleta.
Se encargó de destacar además que exasesores de legisladores del PRO asumieron la defensa de algunos de los acusados como autores materiales del ataque. “Están a nada de acusarnos de autores intelectuales, es ridículo”, advirtieron en el partido opositor.