La idea estaba pensada hace muchos años y la pandemia fue el empujón que necesitaban para cambiar completamente su estilo de vida. Para Cristian y Jorgelina el encierro fue el punto de partida para que, desde Tandil, pensaran su nueva vida a bordo de un camión de bomberos.
Ambos licenciados en administración de empresas, Jorgelina por ese entonces se dedicaba a la docencia, mientras que Cristian trabajaba como comerciante. El tiempo restante lo utilizaban para criar a Abril y Julia, sus hijas de seis y tres años.
“Estuvimos pensando la idea durante meses, hasta que concluimos en que lo que buscábamos era cambiar el estilo de vida. Estábamos cómodos, pero no sentíamos que era lo que proyectábamos a futuro. ¿Nos vamos a pasar toda la vida en este sistema o vamos a buscar lo que realmente soñamos?”, se preguntó Jorgelina.
Entre los destinos que barajaron primero estuvo Europa y luego América. La situación económica del país los llevó a pensar en viajar por la Argentina. Pero antes debieron comprar un vehículo para hacer el viaje.
La búsqueda fue larga y en junio del 2021 llegaron a la localidad cordobesa de Dalmacio Vélez. Allí adquirieron un camión de bomberos de los años 80 que contaba solamente con 30 mil kilómetros recorridos.
Pero esa autobomba debió ser reestructurada por completo para poder funcionar como una casa. Camas, heladera, portaequipaje y hasta una escalera que sirve para llevar las bicicletas de las nenas fueron algunas de las cosas que tuvo que poner Cristian en el camión. Seis meses le llevó dejarlo como nuevo.
“Yo trabajaba hasta las 16:00 y cuando volvía me metía de lleno en el camión hasta la medianoche. Ella cuidaba a las nenas y trabajaba al mismo tiempo”, explicó Cristian.
El 2 de enero este año subieron todo al camión y se fueron. Ushuaia apareció como primer destino, pero no como objetivo primordial. Del sitio más al sur pasaron al norte y hoy están en Bariloche, en la casa de los papás de Cristian.
Todo lo cuentan a través de Instagram y YouTube, en la cuenta @losdiasdeviaje que tiene con más de 4000 seguidores. ”Lo vemos como un buen álbum familiar. Las nuestras de cuando éramos chicos no sabemos ni dónde están y las redes sociales son un buen lugar para que quede todo guardado”, contó.
Un viaje sin rumbo: “No tenemos una ruta”
La travesía comenzó en Ushuaia, pero recorrió todo el país y apenas le falta recorrer un puñado de provincias. Ellos van sin rumbo, deciden todo sobre la hora y no tienen una cantidad de días por ciudad.
“Lo único que tenemos claro es que queremos hacer todo Argentina este año, pero no sé si vamos a llegar a conocer todo. Queríamos conocer Ushuaia y empezar a subir de a poco, pero junio nos agarró en Catamarca”, cuenta Jorgelina.
La estructura es una palabra que no aparece en el itinerario de la familia. De Catamarca fueron a La Quiaca y así van planificando a corto plazo. Así es el método que utilizan en cada ciudad: “Llegamos, vamos a la oficina de turismo y vemos qué paseos y lugares hay. Vamos buscando un equilibrio entre la ciudad y los paisajes”.
El clima es uno de los puntos determinantes que los lleva a tomar decisiones. “Le eludimos al mal clima para cuidar a las nenas y no estar arriba del camión todo el tiempo”, señalan.
Los próximos destinos son Trevelin, Puerto Madryn y para fin de año quieren estar nuevamente en Tandil. Tienen pendiente el Litoral, Córdoba y San Luis, pero en el 2023 asoma América Latina como objetivo.
“La idea es seguir recorriendo América, pero no de manera lineal. No me lo imagino así. Quizás estamos tres meses en Uruguay, volvemos al país y vamos a Chile. En junio queremos hacer un viaje con los abuelos al Machu Picchu. Conocer con ellos esos lugares sería un sueño”.Play VideoCristian y Jorgelina recorrieron una decena de provincias junto a Abril y Julia. (Fotos y video: familia Días).
El trabajo, la familia y la escuela de las nenas: los principales cuestionamientos
¿Qué hacer con la escuela de las nenas? ¿Cómo hacer con el trabajo? ¿Renunciar es una opción? ¿Cómo decirle a la familia que tomaron la decisión de vivir en un camión de bomberos? Fueron algunas de las preguntas que aparecieron luego de tomar la decisión de emprender viaje.
Pero Cristian y Jorgelina se lo tomaron con tranquilidad y le buscaron una solución a cada cosa. “Yo en junio del año pasado avisé que después de mis vacaciones de enero no volvía a trabajar. Tenía estabilidad, pero me agobiaba la idea de morirme haciendo siempre lo mismo”, contó Jorgelina. Cristian tomó la misma decisión en el local en el que trabajaba.
Ambos buscan encontrarle la vuelta a su trabajo y por eso en cada ciudad que pasan se toman tres o cuatro días en una zona con conexión. “La idea es confiar en nosotros. Somos personas formadas, tenemos habilidades, capacidad de aprendizaje y ganas. No nos vamos a morir de hambre”, dice la pareja.
Según cuentan, van buscando proyectos que generen ingresos y trabajan por objetivo con plataformas de trabajo a distancia de empresas del exterior.
Con la cuestión laboral resuelta, la incertidumbre económica vislumbraba. La familia vendió el auto que tenían para arreglar el camión de bomberos y tienen alquilada su casa en Tandil, que es uno de los principales sostenes económicos.
Ambos dicen que lo familiar no fue un problema, aunque los papás de Jorgelina mostraron sus reparos. “Fue difícil para mis papás porque las nenas tenían contacto cotidiano con Tandil. Pero ellos querían nuestra felicidad y estuvieron dos meses dándonos una mano”, relató ella.
Incluso, según cuenta la familia, la autobomba sirvió como una especie de punto de encuentro para los abuelos de Abril y Julia. Así lo cuenta Jorgelina: “Nos sirvió para moverlos, porque en estos meses de viajes ya nos encontramos para recorrer juntos El Calafate, Chaltén, Catamarca, San Juan y La Rioja”.
“Lo veo como algo positivo porque mantenemos el contacto, lo tenemos como referencia prioritaria. No queremos que pasen años sin ver a los abuelos”, relata la pareja, que reconoció haber recibido comentarios negativos por su decisión: “Nos han dicho egoístas, pero nosotros lo vemos de la manera contraria”.
El principal cuestionamiento apareció con la escolaridad de las nenas que, si bien están en edad de jardín, la más grande (Abril) comenzará la primaria el próximo año. Ambos padres contaron que tienen la intención de que “tengan educación formal” y por eso tuvieron entrevistas con una escuela internacional para poder tener clases a distancia.
“No van a ir físicamente, pero se va a educar. Vamos a volver para que Abril termine salita de cinco con sus amigas. Cuando estamos en Tandil ella va al jardín. La idea es que a fin de año esté un buen tiempo allá y que tenga su entrega de medallas”, contaron sus padres.
Incluso, cuentan que hoy pasan más tiempo de calidad con las nenas que antes. Así lo viven: “Antes trabajábamos mucho y no estábamos con las nenas. Hoy tenemos otra vida, más tranquila”.
“Ellas ahora se enferman mucho menos. Seguramente sea por bajar el estrés, la naturaleza. Recorrimos toda la ruta 40 con un clima hermoso, de sol. Todo eso influye en el estado de ánimo. Las notamos mejor, se adaptan cada vez más a un contexto de vida más saludable”, añadieron sus papás.