El autor de Los cuatro peronismos, Alejandro Horowicz, se refirió a la inestabilidad «del orden político, que es incapaz de resolver los problemas de la sociedad argentina». A su vez, recalcó que «Mauricio Macri expresa una clase dominante que no es clase dirigente». «Las posibilidades de mutar del propio peronismo han concluido».
Entrevistando a Julio Bárbaro nos dijo que el peronismo murió el día que falleció Juan Domingo Perón y que «hoy es un recuerdo que da votos». ¿Qué reflexión te merecen estos dichos?
Existe una característica, que no solo es de Argentina, y tiene que ver con que nos visitan los espectros. Cuando muere Perón, muere el tercer peronismo. No se trataba de enunciar garantías para la ciudadanía, sino que las garantizaba. Pasó con la salud, la vivienda y el trabajo.
Por aquellos tiempos, era pobre el que no tenía empleo. Hoy podés tener trabajo en blanco y ser pobre igual. No es solo la muerte de aquel dirigente que expresó una corriente política, sino la transformación de una sociedad.
El país donde Perón muere no existe más. Lo que estamos viendo es lo que defino como el cuarto peronismo. La transformación de 1976 no es solo del reparto del ingreso. Hay una transformación descomunal de los propios trabajadores y de la sociedad argentina.
¿Qué es hoy el peronismo?
Cuando tenés que incluir al menemismo, ves que el peronismo estalló. Tiene lógica que una fuerza que ejerce el poder tanto tiempo estalle. Pero la oposición, que no gobierna, no estalló menos. Hay una inestabilidad general del orden político, que es incapaz de resolver los problemas de la sociedad argentina.
Teniendo en cuenta aquel contexto y el actual del país, ¿Perón murió oportunamente?
Perón muere cuando el orden político internacional del que emerge estalla. Era la contraoferta al comunismo soviético. Al mismo tiempo, se esperaba que el desarrollo impulsado por los comunistas fuese viable y competitivo, dentro de los límites de un mercado nacional.
Eso terminaba acogotándose, salvo que el Estado tuviera el tamaño y las posibilidades de China. Cuando ves a la Unión Europea, hay una tendencia nueva, y lo que significa saltan por encima de la escala nacional.
Vemos cómo ese orden político, teniendo condiciones para satisfacer las necesidades de una amplia mayoría, no lo hace.
Me resulta extraño que todavía no hayas hablando de un quinto peronismo, después de lo que fue tu gran libro sobre los cuatro. ¿Tuviste la idea de actualizarlo?
Si mirás el menemismo como proceso de explosión general del peronismo, donde se vuelve otra cosa, queda claro que las posibilidades de mutar del propio peronismo han concluido.
La posibilidad del quinto peronismo supone un nuevo programa para el partido del Estado y debe ser sudamericano. La ausencia de eso genera esta catástrofe, que va desde 1975 hasta la fecha.
¿Hay algo de peronismo en Juntos por el Cambio?
Mauricio Macri expresa una clase dominante que no es clase dirigente. En Europa, ser conservador no implicaba no entender, sino tener un problema para resolver y una respuesta conservadora más o menos adecuada.
Macri representa una lógica gerencial donde, «lo que le conviene a mi empresa, es bueno para el país», pero razonando el problema «desde mi empresa». Cuando un dirigente político razona en esos términos, no puede ser tal.
