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El Presidente pidió “combatir juntos a la derecha”

Las aspas de helicóptero presidencial aminoraron la marcha a las 9.07. De la aeronave descendió el presidente Alberto Fernández, que luego de cancelar su proyectado viaje a Catamarca, encabezó desde esa hora y hasta mediodía una extensa reunión del gabinete nacional. A su llegada, que causó sorpresa entre los ministros (con muchas ausencias) le siguió una enfática arenga, en la que valorizó los números de la economía y pidió unidad “en el combate a la derecha”.

Más allá de las diferencias que tengamos entre nosotros, nuestro enemigo es (Mauricio) Macri y la derecha”, dijo el Presidente, e intentó insuflar optimismo al afirmar que “vamos a ganar en 2023″, según dijeron testigos de la reunión. Varios de los presentes que lo escucharon se quedaron con la sensación de que Fernández “quiere jugar” en las presidenciales del año que viene.

Durante el cónclave, mucho más extenso que lo usual, el Presidente hizo suyas las apreciaciones del ministro de Economía, Sergio Massa, para quien “la inflación se detuvo y empezó a descender”. En el ámbito económico, defendió la necesidad de un bono o ingreso extraordinario para millones de indigentes y puso entre paréntesis una suma fija para asalariados que piden distintos sectores del kirchnerismo duro. “El problema más grande no lo tienen los asalariados, porque las paritarias están volando. El problema son los que están fuera del sistema”, explicaron cerca del Presidente

Se trató de un hecho inusual, o por lo menos poco frecuente. En general, las reuniones de gabinete son presididas por el jefe de gabinete, Juan Manzur, que en las últimas horas dejó trascender que se irá del Gobierno en “enero o febrero” del año próximo para participar de las elecciones en Tucumán (sería candidato a vicegobernador de Osvaldo Jaldo). En la conferencia de prensa posterior a la reunión, Manzur matizó esa información, al decir que sigue “trabajando a la par del Presidente”, aunque destacó que “cualquier decisión va a ser acordada con él”.

Más allá de las desmentidas oficiales, Manzur ya venía alertando al Presidente de su necesidad de “volver” a Tucumán con vistas a las elecciones del 14 de mayo en esa provincia, una partida que Fernández habría tratado de frenar “porque valora su trabajo en la jefatura y sus contactos”, según comentaron referentes del Gobierno que conocen el vínculo entre ambos. La partida se producirá, ratificaron fuentes cercanas al gobernador tucumano, entre enero y febrero próximos.

A última hora de ayer, desde Presidencia comunicaron a la gobernación de Catamarca que el Presidente no llegaría para inaugurar una fábrica textil, y si bien no se dieron explicaciones oficiales, trascendió que se trataría de una indisposición de la primera dama, Fabiola Yañez, que días atrás tuvo fue intervenida por una dolencia abdominal. La semana pasada, Yañez fue intervenida en el Sanatorio Otamendi al presentar una hernia umbilical y diastasis de la pared abdominal, según un comunicado de la Unidad Médica Presidencial, y el post-operatorio es más doloroso de lo esperado, según confirmaron altas fuentes oficiales.

La última aparición de Fernández junto al pleno de sus ministros se había dado a principios de septiembre, luego del fallido atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner. Por lo bajo, algunos funcionarios explicaron la presencia del Presidente en clave política: un intento por mostrarse activo y “marcar la cancha” ante el avance de la vicepresidenta y el ministro de Economía, que esta vez no participó pero que pactó un encuentro con Fernández para primera hora de la tarde.

Junto al Presidente, estuvieron en la reunión en el salón Eva Perón las tres ministras que asumieron la semana pasada: Victoria Tolosa Paz (Desarrollo Social), Raquel “Kelly” Olmos (Trabajo) y Ayelén Mazzina (Mujer). Hubo algunas ausencias notables, como las de MassaEduardo de Pedro (Interior), Carla Vizzotti (Salud), Santiago Cafiero (Canciller) y Jaime Perczyk (Educación), entre otros. Las ausencias ya habían marcado la reunión de gabinete anterior, hace dos semanas, presidida por el tucumano Manzur.

En el caso de Massa, estuvo ayer en Santiago del Estero en actividades junto al gobernador Gerardo Zamora y “aún no volvió, pero lo verá a Alberto por la tarde”, según comentaron cerca suyo. De Pedro, en La Rioja, y Cafiero, en Río Negro, avisaron con tiempo que no estarían, al igual que Vizzotti, de viaje oficial en Berlín. La velocidad de la convocatoria (Manzur confirmó la reunión recién ayer) hizo coincidir la agenda de otros ministros, como la de Daniel Filmus, que debió asistir, a la misma hora, la apertura de la cumbre de ministros de Ciencia de la Celac.

Luego de darles la bienvenida a las tres flamantes ministras en plena conferencia, Manzur dijo que Massa trabaja “a partir de las instrucciones que recibe del Presidente de la Nación”, y reiteró que la inflación (que en septiembre alcanzó el 6,2%), “está en un camino descendente”. Ante la atenta mirada de la portavoz Gabriela Cerruti, sentada en la primera fila, Olmos dijo que “la instrucción del Presidente es que las medidas no afecten el nivel de actividad”, y que “estamos recuperando ingresos”. Mazzina, en tanto, aclaró que está “a favor de de la interrupción legal del embarazo”, una postura contraria a declaraciones de 2018, y Tolosa Paz afirmó que entre su ministerio y la Anses, “está siendo trabajado” el bono a los sectores denominados indigentes, en su mayoría solteros no alcanzados por la Asignación por Hijo.

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