Haga lo que haga el Gobierno, este año la historia pareciera ya estar juzgada. El avance del precio de los alimentos no muestra frenos desde hace ya mucho tiempo, y los analistas privados entienden que no sólo superarán en 2022 el 100%, sino que además estarán levemente por encima de la inflación general.
Según las previsiones, el avance del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicaría entre el 101% y el 103% al finalizar el año, en tanto que los alimentos mostrarían un salto de al menos uno o dos punto porcentuales más.
Incluso, si se toma el comportamiento de los precios en lo que va del año se observa esa diferencia. Los valores de los alimentos explotaron hasta hoy 78,3%, contra el 75,4% de la inflación general.
Y en este escenario, el Gobierno pareciera no tener demasiado margen de maniobra, sobre todo con recetas ya usadas, conocidas y sin un gran historial positivo, como se intenta ahora con Precios Justos.
«Habrá que ver qué resultados tiene pero sinceramente no pondría demasiadas fichas», sostuvo Sebastián Menescaldi, directos asociado de la consultora ECO GO.
Según los cálculos del especialista, en octubre los alimentos también le ganarán la carrera inflacionaria al promedio del resto de los sectores. Mientras que los primeros se moverían cerca del 6,9%, el IPC general rondaría el 6,5%.
Este movimiento en el rubro alimentos, incluso, podría ser todavía más brusco si no fuera por el comportamiento de los precios de la carne, que hoy muestran cierta calma, aunque se espera otro comportamiento para los próximos meses.
La sequía que pega en buena parte del país no permite la abundancia de pasto o fardos para la alimentación del ganado, por lo que hoy muchos productores se inclinan más por vender los animales, en lugar de luego tener que afrontar problemas ante esta situación.
Esto lleva a que hoy la oferta de carne sea buena, lo que tiende a estabilizar los precios. De hecho, de acuerdo con el último reporte elaborado por la consultora LCG, en la primera semana de octubre la carne mostró incluso una baja del 0,2% en las góndolas.
En este sentido, el monitor económico de CEPA muestra que en septiembre la carne subió apenas un 1,8% cuando se espera para este mes una inflación en torno al 6,7%.
Los problemas, sin embargo, podrían comenzar a aparecer en las próximas semanas. En cuanto a la carne, porque hoy la alimentación de los animales que no se venden se basa, ante la falta de pasto, en maíz y soja, insumos que elevan los costos.
Pero además en diciembre se da una situación que tiene que ver con la mayor demanda de carne a raíz de las fiestas de fin de año, una situación que también juega contra la contención de los precios.
Por el otro lado, tampoco se espera que el programa Precios Justos -que contempla un acuerdo con las compañías- ayude demasiado a contener la inflación en el segmento de los alimentos.
En parte porque esta herramienta ya se utilizó y sin demasiado éxito -de hecho todavía queda vigente Precios Cuidados-, y en parte porque las empresas ya le advirtieron al secretario de Comercio, Matías Tombolini, que no ven con buenos ojos la posibilidad de incorporar más 1500 productos que se pretenden incorporar a este programa.
Más allá de que el Gobierno entiende que el avance del precio de los alimentos es un problema, lo cierto es que la propia vicepresidenta Cristina Fernández fue quien obligó a poner el tema sobre la mesa, luego de publicar un twit en el que criticaba las ganancias de las alimenticias y su política de precios.
El último viernes el presidente Alberto Fernández también se metió en la discusión. «Lo que todos deben entender, sobre todo los que ofrecen productos y sobre todo los que ofrecen alimentos, es que hay que anclar esos precios en algún momento. Ha habido un crecimiento que no tiene explicación», señaló Fernández.
