El municipio de Lobos recibirá una multa de 25.000 pesos por cada día que no entregue bidones de agua potable en el marco de un recurso de amparo interpuesto por vecinos tras que probaran que la tanto napas como el agua de red se encuentran contaminadas con agroquímicos y arsénico.
La decisión judicial “es una noticia muy alentadora, porque confirma con una sanción concreta que estamos en el camino correcto”, consideró Florencia Polimeni, una de las impulsoras del estudio ambiental organizado de forma independiente por los vecinos con el apoyo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Balcarce que arrojó resultados “escalofriantes” sobre el estado del agua.
La mujer, que vive desde 2013 en el partido ubicado cien kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires, descubrió que, por siete años, le había dado a sus hijas de 16 y 12 años agua de la canilla con arsénico mezclado con once tipos de plaguicidas, según determinó el estudio ambiental.
Uno de los herbicidas, el 2-4-D, tenía una concentración en el agua 45 veces superior a lo aceptado por la Unión Europea, la autoridad que es tomada como referencia por el INTA.El defensor del Pueblo bonaerense pidió que se frenaran las fumigaciones
Más allá del amparo, el reclamo de fondo de los vecinos es que las autoridades locales y de la provincia de Buenos Aires tomen medidas para garantizar la salud de toda la población de la zona, como instalar una planta potabilizadora y modificar el uso de pesticidas en la producción agrícola.
En ese sentido, el defensor del Pueblo bonaerense, Guido Lorenzino, había solicitado al municipio que interviniera para “frenar la aplicación de agroquímicos” y a la Provincia que realizara los estudios necesarios para determinar el estado del agua.
La Autoridad del Agua, una entidad autárquica de la provincia de Buenos Aires, recogió el guante e hizo un estudio al que accedió este diario. Sobre una muestra de tres pozos de extracción, se determinó que el agua “no cumple” con los estándares de potabilidad al encontrar “valores excedidos” en el análisis fisicoquímico.
Hasta la Suprema Corte
El Juzgado en lo Civil y Comercial Nº 6 de La Plata, a cargo del juez Juan José De Oliveira, ratificó en los últimos días la medida de amparo que el mismo tribunal había concedido en agosto de 2021 a los vecinos y que determinaba que el municipio debía entregar agua potable a los vecinos denunciantes, escuelas, centros de salud y clubes.
El municipio había apelado ese fallo, pero tanto la Cámara de Apelación en lo Contencioso Administrativo como la Suprema Corte (de la provincia), rechazaron la solicitud, explicó Fernando Cabaleiro, el abogado querellante que representa a las familias.María Florencia Polimeni consumió por 7 años agua con arsénico y pesticidas
De esa manera, el amparo volvió a la primera instancia donde, además de sentar la vigencia de lo que ya había dispuesto, se estableció que ante el incumplimiento, se remitirán los antecedentes al fuero penal por el delito de desobediencia y la Municipalidad de Lobos deberá resarcir con 25.000 pesos diarios a los amparistas.
La causa de fondo, que tramita en el mismo juzgado en la etapa de producción de pruebas, es la demanda de los vecinos tanto al municipio de Lobos, por ser quien presta el servicio de red de agua, como a la Provincia de Buenos Aires, que “tiene la obligación de controlar y sanear el agua, que proviene de acuífero”, detalló el abogado.
«El arsénico es un problema urgente»
“Los acuíferos son bienes ambientales cuyo dominio pertenece a la provincia según la Constitución”, siguió Cabaleiro y apuntó que es la Provincia también la que “tiene el presupuesto para hacer una planta potabilizadora” y que ya ha reconocido a través de los informes que presentaron que “los valores de arsénico superan en diez veces lo recomendado por la OMS”.
“Si con la pandemia por Covid seguimos a rajatabla lo que decía la OMS, también deberíamos hacerlo ahora”, aseguró.
Cabaleiro, que también representó demandas por motivos similares en los partidos de 9 de Julio y San Miguel del Monte, detalló que la problemática que surgió en Lobos “ya está pasando en pueblos a menos de 100 kilómetros de Buenos Aires que también han tomado un perfil sojero” en las últimas décadas y que las causas son tanto el uso de agroquímicos como la crisis climática.
“El cambio climático provoca sequías que hacen que los niveles de los acuíferos bajen y, de esa forma, el arsénico se concentre más en el agua. A su vez, los agrotóxicos, que son contaminantes antropogénicos, forman un cóctel químico que potencian al arsénico”, se explayó.
En la red y las napas encontraron arsénico y agroquímicos, por un recurso de amparo que había sido apelado por las autoridades locales. El defensor del Pueblo bonaerense pidió en agosto de 2021 que frenaran las fumigaciones, pero todo…
El arsénico «es un problema muy urgente para la provincia de Buenos Aires que se seguirá profundizando si no hacemos nada”, concluyó Cabaleiro y adelantó que los demandantes exigirán que la Provincia actúe como tras la demanda de San Miguel del Monte, con la construcción de una planta potabilizadora.Violeta Di Gennaro y Nicolás Olalla junto a los bidones de agroquímicos a metros de casas de los vecinos
La OMS ubica al arsénico entre las 10 sustancias químicas más preocupantes para la salud pública. Es un semimetal que cuando se concentra puede generar un hongo que causa dermatitis, erupciones, trastornos gastrointestinales o anemia. También está asociado al cáncer de pulmón, de piel, de vejiga y de riñones.
En el país, provincias como Chaco, Formosa o Santiago del Estero son las que presentan mayor concentración en niveles de agua. Sin embargo, el modelo productivo y el calentamiento global -los niveles de CO₂ en la atmósfera son ya un 50% más altos que en la época preindustrial- hacen que el fenómeno se extienda a menos de dos horas de distancia de la ciudad de Buenos Aires.
«Las fumigaciones siguen como si nada, sin ningún control ni zona de exclusión para cuidar a los vecinos», contó Polimeni y agregó que el próximo desafío será incluir al resto de la población de Lobos en la medida de amparo.
«La mitad de los chicos tiene problemas respiratorios»
«Los mosquitos fumigadores pasan a solo 20 metros de nuestras casas», cuenta Facundo Casela (46), uno de los vecinos de Lobos que motorizó el estudio ambiental en 2021, que vive con su mujer y dos hijas en el barrio Villa Logüercio, contiguo a la Laguna de Lobos.
Con una población de unas 600 familias a la vera del centro turístico de Lobos -su laguna es la segunda más importante de la Provincia después de la de Chascomús-, el barrio «es uno de los más castigados por la problemática».La bióloga Paula Rabinovich y Damián Lencina son parte del grupo de vecinos amparistas
Todos dan por hecho que no hay que tomar el agua, cuenta el vecino. La diferencia es que algunos pueden pagar botellas y bidones, y otros no. Eso no evita la exposición a través del aire, la ducha, los alimentos que se hierven o el cepillado de dientes.
«El barrio tiene mucha gente que vive de paso por unos años y por distintas situaciones se va. En ese periodo, es muy evidente que mucha gente se enferma. Hablo de cáncer, tiroides, problemas respiratorios o de piel», señala Casela y lamenta que los casos no dejan de aparecer.La laguna de Lobos es la segunda en importancia de Buenos Aires
Y ejemplifica: «Un muchacho hace poco me contó que está con cáncer linfático y que los médicos le dijeron que era muy probable que esté relacionado con la exposición a agroquímicos».
En la escuela local, detalla, muchos se llevan su botella de agua y hablan del tema en las clases. «Te diría que más de la mitad de los chicos tiene problemas respiratorios y tienen que usar PAF, por falta de aire o asma. Además, tienen episodios de dolores de cabeza fuerte o mareos, que coinciden con época de fumigaciones».
Tras que se conociera el amparo dispuesto por la Justicia, fueron varios los que le preguntaron cómo incorporarse o recibir asistencia, «sobre todo jubilados o personas de pocos recursos, que no tienen cómo pagar el agua mineral».