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Jonathan Morel, el líder de Revolución Federal, habló desde la cárcel: “Quiero ser el Grabois de la derecha”

Jonathan Morel pasa sus días en un calabozo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. El referente y fundador de Revolución Federal dedica su tiempo a la lectura y, sobre todo, a la escritura.

Llegó a la primera entrevista que brinda desde su detención con una remera de la agrupación que lidera y con dos cuadernos en las manos. “Estoy aprovechando el tiempo para escribir. Escribo todo lo que me pasa acá adentro y la idea es que esto se convierta en un libro”, cuenta.

Es uno de los cuatro detenidos de Revolución Federal en el marco de una investigación que se inició por una denuncia de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), días después del atentado contra Cristina Fernández de Kirchner del 1 de septiembre.

Morel llega a la oficina de la PSA en la que se realizó la entrevista. Foto: Captura
Morel llega a la oficina de la PSA en la que se realizó la entrevista

Asegura que el único motivo para mantenerlo en prisión es “político” y aspira a convertirse en “un Grabois de la derecha”. “Cuando él dice que va a correr sangre no pasa nada, nadie lo mete preso. Mi problema es que no soy kirchnerista”, dice. Se define a sí mismo como “un revoltoso, un provocador”.

Confía en que recuperará la libertad en las próximas semanas, promete que retomará el camino de la protesta en la calle y hasta coquetea con la posibilidad de dedicarse a la política. Ya había expresado en diferentes conversaciones públicas su afinidad a las ideas de Javier Milei: “Es el único que se presenta como algo nuevo”, lo elogia.

Morel estaba en Paraná cuando, el jueves 20 de octubre, el juez Marcelo Martínez De Giorgi ordenó su prisión preventiva. Ese día y también por pedido de ese juzgado detuvieron a Leonardo Sosa, Gastón Guerra y Sabrina Basile, hija del conocido entrenador de fútbol.

“Con Sabrina compartí los primeros días, a una celda de distancia. Ella meditaba. Se quedaba en silencio. Yo no lo podía creer. Pasé por todas las etapas: la negación, resignación, la aceptación”, indica el joven de 23 años. La investigación que los llevó a estar detenidos en las dependencias de la PSA está caratulada como “averiguación de delito”.

En el medio, hay evidencias de intimidación pública e incentivación a la violencia, la firme pista de un presunto financiamiento de parte de la firma Caputo Hermanos y la intención de la defensa de la Vicepresidenta de vincular esta causa con la que tiene como protagonistas a Brenda Uliarte y Fernando Sabag Montiel. La jueza María Eugenia Capuchetti ya rechazó ese planteo.

¿Por qué entendés vos que estás detenido?

Por política. Esto es todo político. Estoy al tanto de lo que hay dentro de la causa y no hay nada. Son papeles vacíos de contenido. Dicen que es “averiguación de delito” y van a seguir averiguando el delito pero no van a encontrar nada. Esto es una ensalada, mezclan todo. Los escraches, el financiamiento, las antorchas, la guillotina. Agarraron todo junto para inventar algo. Es todo relato. Me tienen acá porque supuestamente yo puedo entorpecer la causa. Y entregué mi teléfono con todas mis contraseñas sin borrar un solo mensaje. Venían hablando de mí y no borré ni un mensaje porque no hice nada malo.

Pero hubo escraches, amenazas. Vos hablaste de “infiltrarte entre La Cámpora y pasar a la historia”. ¿No te parecen actos de intimidación pública?

Cuatro viejas y dos con cacerolas no pueden intimidar a nadie. Cuatro viejas y dos pibes quejándose por la inseguridad, por la inflación, por la situación del país. Y lo que intimida es eso, es la situación del país. Estamos en un abismo, camino a cagarnos de hambre todos. A mi me intimida el país que tenemos. Y yo tengo que salir a decirlo a la calle. Eso si, yo nunca escraché a nadie. Nunca fui violento con nadie.

¿Y vos como líder de Revolución Federal no te sentis responsable por cualquiera que si cometió actos violentos en nombre de la agrupación?

No, porque hubo gente que me adoptó como lider. No es que yo dije “fundé esto, ahora síganme a mí”. Fue algo que fue creciendo de a poco. Primero lo conocí a Leo (Sosa), después la conocimos a Sabrina (Basile) en una marcha. Ellas y otras señoras estaban contentas con nosotros porque no es normal ver pibes jóvenes en esas protestas. Cambiamos números, armamos un grupo y eso es todo.

¿No crees que hubo algún tipo de escalada de violencia en esas manifestaciones?

Nadie salió lastimado. Eso hay que decirlo. Si alguien se sintió herido yo pido disculpas. Mi intención jamás fue herir a nadie, no tengo maldad. Si después alguien escrachó a un político o a quien fuera, en todo caso, es un problema de esa persona con ese político. A mi me allanaron la casa y no encontraron una pared repleta de fotos de políticos con un plan siniestro porque eso nunca existió. Soy un pibe al que le gusta la política y que se queja en la calle.

En la entrevista con TN, Morel se defendió de las acusaciones en su contra. Foto: Captura
En la entrevista con TN, Morel se defendió de las acusaciones en su contra

Pero más allá de eso, hay algo en el discurso de Revolución Federal que se repite en Brenda Uliarte, en Sabag Montiel. Esto de convertirse en San Martín, en héroe. ¿Vos considerás que hacerle algo a un político es hacer patria?

No, nunca dije eso. O no me acuerdo si lo dije, pero si lo dije nunca lo pensé. Creo que hacer patria es quejarse en la calle. Siempre lo dije, estoy podrido del que se queja por Twitter o en la mesa familiar de los domingos. Hay que salir a la calle. Por eso empezó Revolución Federal. Después, que haya cosas que dijo Brenda que se parecen a las cosas que haya dicho alguien más, no quiere decir nada. A vos te puede gustar andar en patines y a otra persona en Tucumán también. No quiere decir que estén conectados. Capuchetti ya respondió eso, la Cámara también. No hay nada que ver entre Revolución Federal y el atentado.

¿Cómo te imaginás cuando salgas de la detención? ¿Qué vas a hacer?

Cuando salga de acá voy a hablar con mi familia y pedirle perdón a todos los que se están comiendo un garrón por mi. Mi socio, mis amigos, mi abuela. Gente que no tiene nada que ver con todo esto y que está metida en un quilombo. Y voy a agradecerle a mis compañeros por haberme apoyado.

¿Y después?

Veré que me depara el destino pero si salgo de acá y el dolar está a 500 mangos, tendré que ir al Ministerio de Economía a quejarme. No voy a hacer nada ilegal. Si estoy acá por llevar una antorcha, bueno, no llevaré a antorchas. Tampoco soy boludo. Si lo que les molesta es eso, si lo que no les gusta es que les diga “inútiles”, bueno, no llevaré el cartelito que dice “inútiles”. Uno tiene que aprender. Me voy a cuidar más pero si me tengo que quejar en silencio, lo haré en silencio, sentado en frente del Ministerio de Economía.

¿Vas a apoyar a alguien el año que viene en las elecciones?

Estoy muy descontento con toda la política. Ellos son el problema. No lo sé. Me gusta Milei, me parece un buen tipo. Pero hay que verlo en acción porque todos dicen mucho y después arrugan. Ninguno tiene convicción.

¿Te gustaría participar activamente en una campaña de Milei, por ejemplo?

Me encantaría. Me encantaría hacer política si puedo aportar algo. Tampoco creo estar capacitado y no quiero faltarle el respeto a la sociedad. Necesitamos expertos de verdad, no pibes nuevos. Yo siempre dije lo mismo. Vos tenés un Juan Grabois que amenaza con sangre en las calles y no pasa nada. ¿Por qué no hay un Grabois de la derecha? Uno que diga: “levanten los piquetes porque prendo fuego todo”. Yo noté en su momento que faltaba eso, alguien picante y de la calle.

¿Vos querías tomar ese rol?

Quiero tomar ese rol. Ser el Grabois de la derecha.

La ruta del financiamiento

Una de las principales hipótesis en la investigación tiene que ver con una serie de pagos realizados, a través de un fideicomiso, por la firma Caputo Hermanos, de Flavio y Hugo Caputo. Son hermanos de Luis, exfuncionario de la gestión nacional de Cambiemos, y primos de Nicky, empresario amigo del Mauricio Macri.

La justicia busca determinar si hubo, por esta vía, un esquema de financiamiento específico para las actividades de Revolución Federal. Los pagos se hicieron por compras de muebles y trabajos en madera para emprendimientos inmobiliarios en la zona de Añelo, Neuquén. La próspera tierra de Vaca Muerta.

Morel había confirmado en distintas entrevistas que recibió “un poco más de un millón de pesos”. Se supo luego que esa cifra se acercaba, en realidad, a los 9 millones. Con un detalle: se utilizaron distintos nombres para esas facturas. “Yo hablé de lo que había facturado yo. Nadie me preguntó por lo que había facturado mi novia, mi ex pareja, por ejemplo. Jonathan Morel facturó $1.760.000″, utiliza la tercera persona para referirse a sí mismo. Es un recurso que repite.

Los muebles que Morel le vendió al fideicomiso de la empresa Caputo Hermanos en Añelo.
Los muebles que Morel le vendió al fideicomiso de la empresa Caputo Hermanos en Añelo.

El resto de las facturas estaban a nombre de otros amigos, conocidos y familiares. Todas entre mayo y junio por un total de $8.314.854. “Yo no vendí una sola madera. Vendí 144 mesitas de luz, 144 camas, 144 colchones, 144 asientos entre banquetas y sillas, 60 percheros, 144 respaldos de cama. Vendí un montón de cosas, no fueron tres maderitas”, agrega.

Pero vos elegiste no hablar de eso cuando te lo preguntaban.

No, porque no quería ensuciar a nadie al pedo.

¿A quién creías que ensuciabas?

No quería ensuciar a la decoradora que confió en mi (Rosana Caputo, hermana de Flavio y Hugo). No sabía que ella era Caputo. Ella me dio la posibilidad de laburar y yo jamás pensé que podía perder un cliente por política. Hoy me siento un boludo. Perjudiqué a un montón de gente. A ella, a mi socio, a mi familia. Hoy el negocio está cerrado. Esto no me sirve en nada económicamente.

Rosana Caputo, integrante de Caputo Hermanos y hermana de Flavio, Hugo y Luis Caputo.
Rosana Caputo, integrante de Caputo Hermanos y hermana de Flavio, Hugo y Luis Caputo.

Pero no ves que hay, por lo menos, mucha casualidad, en que a un grupo como ustedes…

Si, que es muy anti K y justo le da trabajo Caputo. Está bien. Lo entiendo. El relato es magnífico. Por eso es que ellos no pueden perder esta posibilidad pero es solo relato. Que investiguen lo que tengan que i investigar que no van a encontrar nada.

Bueno, ya encontraron que eran más pagos de los que vos reconocías.

A mi nunca me preguntó por eso la justicia. Yo no tengo que responderle a un periodista. Todo bien con el periodismo pero la información se la guardo a la justicia. A mi nunca me citó un juez y me preguntó cuanta plata tenía. No hay ningún delito. Lo que pasa acá es que para los políticos laburar nunca es el camino. Ven a un pibe de 23 años que salió de la villa y que aprendió carpintería por Youtube y el boludo de Tailhade se caga de risa. No lo pueden entender. El problema que tengo para ellos es que no soy kirchnerista. Eso hace que todo lo demás esté mal.

Te quejás de la política pero hiciste trabajos que, de alguna manera, tienen vínculos con la política.

Yo no sabía. Viene una señora como Rosana que la quiero y que le pido disculpas por meterla en esto. Es lo único de lo que me arrepiento.

La lista de muebles que Morel le vendió a Caputo Hermanos, a través de un fideicomiso.
La lista de muebles que Morel le vendió a Caputo Hermanos, a través de un fideicomiso.

¿De dónde la conoces a Rosana Caputo?

No la conozco, la quiero por confiar en mi, por darme laburo. La quiero por el poco trato que tuve. Una buena mina sin maldad que me vio con un localcito y me quiso ayudar. Me dio la oportunidad de demostrar como trabajo y la terminé cagando con todo esto. Y no porque alguien haya hecho algo ilegal. Por el garrón que se está comiendo por algo que yo ni siquiera hice. Pero ellos (los Caputo), no hicieron nada. El que iba a Casa Rosada a quejarse era yo, no ellos.

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