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Preocupante. La economía da signos de estancamiento

Antes del fuerte freno a las importaciones que sucedió a mediados de octubre, con la implementación del SIRA, la economía argentina ya mostraba signos de estancamiento. En septiembre, la actividad económica (EMAE) había crecido un 4,8% interanual en septiembre, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) en su informe Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), que luego se consolida trimestralmente.

El dato supone una desaceleración respecto del registro interanual de agosto, que fue de 6,6%, mientras que abril, mayo, junio y julio pasados también fueron superiores. Hay que remontarse a marzo de este año para encontrar un porcentaje de suba inferior, cuando el tercer mes del año dio una mejora de 4,7%.

El Indec también informó que la economía cayó un 0,3% en la medición desestacionalizada respecto de agosto pasado, el primer valor negativo que se registra en la medición mensual desde marzo pasado, cuando vio una merma de 0,7%.

Según la sociedad Balanz, el EMAE apunta a un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 5,7% interanual para el tercer trimestre de 2022, por debajo del 6,9% registrado entre abril y junio de este año.

De acuerdo al informe del instituto oficial de estadística, la actividad económica acumula un alza del 6,2% anual en lo que va del 2022 frente a los primeros nueve meses del año anterior.

La consultora LCG destacó que en relación a diciembre de 2021 el crecimiento es de 2,4%. Y también notó que el dato mensual de agosto se corrigió al alza: 0,7% desestacionalizado, versus un incremento de 0,4% informado anteriormente.

Y con relación a igual mes de 2021, 12 de los sectores de actividad que conforman el EMAE registraron subas en septiembre, entre las que se destacan las de Hoteles y restaurantes (30,3% interanual, que se explica por las aperturas totales pos pandemia, el programa PreViaje y la brecha cambiaria que favorece a los turistas extranjeros) y Explotación de minas y canteras (14,2%, por el crecimiento de la actividad en Vaca Muerta y el litio).

El sector Comercio mayorista, minorista y reparaciones (+7,0% anual ) fue el de mayor incidencia en la variación interanual del EMAE, seguido por la Industria manufacturera (+4,1) y Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (5,1%). Entre los tres sectores aportaron 2,2 puntos porcentuales al incremento interanual del índice.

Por su parte, el sector Electricidad, gas y agua (-3,5%) fue el que registró la mayor caída en la comparación interanual, seguido de la Intermediación financiera (-2,3%): entre ambos restaron 0,1 puntos porcentuales a la variación interanual del EMAE.

El equipo de LCG planteó que la economía está creciendo marginalmente pese a las restricciones que imperan y espera que el PIB cierre el año con un alza de 5,5%, en parte por el arrastre estadístico de 2021 (3,2%) y un anticipo de consumo en un escenario inflacionario, relacionado con «un tipo de cambio paralelo encarecido que estimula la demanda a raíz de una progresiva pérdida del poder adquisitivo» de los salarios.

«Esta dinámica, si bien es exitosa en el corto plazo, no es sostenible en el largo a medida que la capacidad instalada se deteriora. Se deberá dar estabilidad para una expansión de la inversión», analizó LCG.

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