Tras la negativa de la Selección Argentina a incluir a la Casa Rosada como punto de recorrida de la caravana de festejos por la obtención de la Copa del Mundo, el presidente Alberto Fernández contó que existió un ofrecimiento formal pero que «ellos eligieron otra cosa».
«Ahí se hicieron muchas especulaciones. Yo sabía que los jugadores tenían un nivel de agotamiento muy muy grande y quería que la celebración fuera relativamente breve. Yo lo único que hice fue hacerles saber a las autoridades de AFA que si querían venir a la Casa de Gobierno la tenían a disposición y ellos eligieron otra cosa, y es muy aceptable», detalló.
Debido a la gran cantidad de gente que circulaba sobre la autopista Ricchieri, el colectivo descapotable que trasladaba a la selección había podido recorrer cerca de 12 kilómetros en 3.40 horas. El recorrido que preveía pasar por la Av. 9 de Julio tuvo que ser trazado nuevamente por otro sector, dada la afluencia de casi 5 millones de personas.
Sumada a la gran demora, luego de que dos personas saltaran desde un puente hacia el micro, cerca de las 16 se decidió interrumpir la caravana por tierra y sobrevolar a la multitud que se apostó en el centro porteño hacia la Autopista 25 de Mayo.
«Ayer el homenajeado no era el Presidente, eran los jugadores. Creo que cuando empiezan con estas discusiones de por qué no vinieron… son todas especulaciones que se hacen y que no me parece que conduzcan al hecho. Yo celebré ver a la gente disfrutar», añadió en una entrevista a Radio Con Vos.
«Fue una fiesta popular como nunca hemos visto en Argentina. Presumía que iba a haber una gran vocación de la gente por salir a las calles. Me pareció que la mejor forma era facilitarles las cosas [a la Selección Nacional]». El jefe de Estado destacó además que el clima de los festejos de ayer y marcó que no hubo «grandes excesos».