La histórica jornada que movilizó a millones de personas para festejar la Copa del Mundo ganada por la selección argentina tuvo un lado B signado por las idas y venidas detrás de la organización de las celebraciones.
En ese marco de responsabilidades cruzadas entre Nación, Ciudad, Provincia y el presidente de la AFA, Claudio «Chiqui» Tapia, se tejió la caravana que no pudo llegar al centro porteño, tal como estaba previsto, y que debió abortarse para que los jugadores sean evacuados en helicópteros desde Lugano.
Así las cosas, el dirigente Luis D’Elía elucubró su propia tesis acerca de lo sucedido y apuntó contra La Cámpora y contra el propio «Chiqui» Tapia, a quienes acusó de «operar» contra el Gobierno.
En contraposición, el líder del partido Miles coincidió con Tapia en ponderar el «excelente laburo» del ministro de Seguridad de la Provincia, Sergio Berni, quien fue elogiado por igual por ambos dirigentes.
«Excelente laburo de Sergio Berni hasta el límite de la provincia de Buenos Aires. Pésimo Chiqui Tapia, que impidió que los jugadores argentinos puedan saludar desde el balcón de La Rosada», comentó D’Elía en Twitter.
En otro mensaje, el referente piquetero consideró que «queda claro que La Cámpora operó con Chiqui Tapia este desaire al pueblo y al Gobierno», al tiempo que apuntó contra el camporista Santiago Carreras, supuesto puente entre Máximo Kirchner y el titular de la AFA.
«Santiago Carreras fue el monje negro de Máximo y Chiqui Tapia, que primero cagó a Camioneros y ahora al pueblo y a Alberto Fernández», disparó.
Los tuits de Tapia
Cerca de las 16, cuando la caravana que escoltaba a los campeones todavía no había ingresado a la Avenida General Paz, Chiqui Tapia anunció vía Twitter el final de la aventura.
«No nos dejan llegar a saludar a toda la gente que estaba en el Obelisco, los mismos organismos de Seguridad que nos escoltaban, no nos permiten avanzar. Mil disculpas en nombre de todos los jugadores Campeones. Una pena», dijo en Twitter.
Más tarde, en otro tuit, el sanjuanino escribió: «Agradecemos a la provincia de Buenos Aires, encabezada por su ministro de seguridad Sergio Berni, que fue el único que acompañó durante toda la recorrida hasta la entrada a la capital sin registrar ningún incidente, permitiendo a los jugadores abrazarse al pueblo argentino».
