Con el objetivo de limpiar los mares y favorecer al medioambiente, un grupo de investigadores de la Comisión Nacional de Actividades Especiales (Conae) junto al Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) y Prefectura empezaron una campaña para detectar plásticos en el Mar Argentino.
A través del uso de imágenes satelitales ópticas y con radar, la iniciativa puede detectar residuos de un tamaño mayor a cinco milímetros en el agua. Esto se logra gracias al plan de trabajo de la Agencia Espacial Europea que tiene como objetivo desarrollar un producto satelital capaz de monitorear la presencia de macroplásticos, según informa una publicación de la agencia Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTyS).
Los especialistas detectaron una gran presencia «desechos provenientes de la actividad pesquera, como cajones de pescado, redes y tanzas»
De esta manera, las primeras investigaciones arrojaron como resultado una gran presencia de ‘desechos provenientes de la actividad pesquera, como cajones de pescado, redes y tanzas’. También, se registraron “residuos derivados de la actividad turística como botellas y bolsas plásticas, que forman parte de la basura costera que luego finaliza mar adentro”, enfatizaron los especialistas.
Estos datos surgen de las pruebas que analizaron los profesionales luego de utilizar un espectro radiómetro en la zona, un instrumento que permite medir la radiación que emiten los diferentes elementos de la superficie, cuyos datos servirán para avanzar en la validación de la información brindada por los satélites.
“En primer lugar, depositamos a modo de referencia, una serie de cajones plásticos para que floten y luego capturamos imágenes con satélites ópticos, con el objetivo de desarrollar un algoritmo para poder identificar y hacer un seguimiento de los restos plásticos existentes en el agua, a través del escaneo satelital y contribuir a la planificación de campañas para la extracción de los mismos”, explicó Sebastián Heredia, especialista al área de Gerencia de Vinculación Tecnológica (Conae).
En las playas de Villa Gesell, Mar Azul y Mar de las Pampas, la UBA estimó una polución total de hasta 86,3 millones de fragmentos
El especialista destacó qué otros valores esperan agregar al proyecto: “La idea también es luego sumar imágenes del satélite SAOCOM, ya que, con información conjunta de lo que son los radares de aperturas sintéticas y los satélites ópticos, se va a poder obtener mayor información articulada”.
Por su parte, el ingeniero agrónomo Pedro Rivolta, quien forma parte del equipo, destacó que “este tipo de campañas son importantes porque los descartes plásticos son cada vez mayores, y la idea de este monitoreo no sólo es aportar soluciones, sino que se puedan aplicar normas o leyes para poder controlar esta situación”.
Contaminación
La quinta edición del Censo Provincial de Basura Costera Marina, realizado a principios de 2022, dio como resultado que el 84,5 % de los residuos encontrados fue plástico. Colillas de cigarrillos, fragmentos plásticos, envoltorios plásticos, bolsas de plásticos y restos de nylon fueron los cinco tipos de desechos que contaminaron las costas de la provincia de Buenos Aires. A esos restos, le siguieron los vidrios, el papel, el cartón y metales.
Esos fueron los datos que arrojó el estudio internacional que abarcó una superficie de 422.501 metros cuadrados (42 hectáreas) y demandó la colaboración de 438 voluntarios.
El dato cobra importante relevancia frente a un contexto en el que, según el último informe de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la contaminación por plástico en los ecosistemas marinos se podría duplicar al 2030, si las condiciones continúan siendo las mismas.
Qué es la basura marina
Se conoce como basura marina a cualquier material persistente de fabricación humana y sólido, que es descargado o abandonado en el medio marino y costero.
Esta problemática —dice el informe de la fundación— se acentúa porque “diariamente toneladas de basura llegan los mares a través de los sistemas de drenaje urbanos (como bocas de tormenta y pluviales), la desembocadura de los ríos y por la acción del viento que los traslada, sumado a lo que directamente arrojan las personas en los ambientes costeros”. A su vez, el mar recoge los residuos durante la marea alta y los transporta hacia otros sitios, que pueden no ser el origen de estos residuos.