«Va a haber acuerdo», se ilusiona un dirigente cercano al intendente capitalino, Germán Alfaro. «Es muy difícil alcanzar un consenso cuando entre las partes no hay diálogo», se resigna un radical cercano al diputado Roberto Sánchez.
Hasta ahora nada indicaría que Juntos por el Cambio concurra unida en las elecciones a gobernador que se realizarán el 14 de mayo, donde el favorito en las encuestas es el Frente de Todos, más precisamente la fórmula Osvaldo Jaldo-Juan Manzur.
La pregunta es cómo se llegó a esta situación. «Todos dicen que es absurdo lo que está pasando pero, marche preso. Cada vez que nos sentamos aparecen nuestras diferencias, criticamos al otro de un modo agresivo que no sirve para para sostener una buena conversación, nos operamos mutuamente en los medios locales y hasta en los nacionales, y cada vez estamos más lejos de aprovechar la competitividad que nos brinda la dura situación económica», fue el resumen autocrítico que hizo uno de los protagonistas.
Dónde y cuándo empezaron las diferencias tiene, por lo menos, dos visiones distintas. Todo indicaría que el diálogo entre el ex peronista Alfaro y el empresario Sánchez es estructuralmente imposible. «Vienen de culturas opuestas», se explica.
Lo concreto es que a pesar de que fueron juntos en las elecciones legislativas del 2021 (con un resultado impactante que dejó a la oficialista Rossana Chahla en 42.15%, frente a Sánchez que obtuvo 39.94%) nunca más el diputado se tomó una foto con el intendente de San Miguel de Tucumán. «Lo perjudicaba en su imagen», dicen en el radicalismo.
Los radicales contrataron a ARESCO. En su último informe, el director de la consultora Federico Aurelio indica que la fórmula Jaldo-Manzur obtiene 38.1%, frente a 29.3% de Sánchez y Alfaro, seguidos por el legislador Ricardo Bussi con apoyo de Javier Milei, que llega a 14.7%.
En cambio, si la fórmula la encabezara Alfaro acompañado por Sánchez como vice, solo llegaría a 25.6%. Y Jaldo y Manzur crecerían a 41.5%, en tanto Bussi con apoyo de Milei bajaría a 12.8%.
Cerca de Alfaro no desconocen esos números. Pero dicen que, después de un mes de posicionamiento, Alfaro aumentó 8% su intención de voto. Así lo habría demostrado otra encuesta, realizada por otra consultora de prestigio. nacional.
La situación a quien más divierte es al Frente de Todos, que hasta se da el lujo de amenazar con investigar la gestión de Alfaro en la intendencia Capitalina, porque ya se ven ganando incluso la capital con una candidata competitiva como es la ex ministra de Salud, la ya mencionada Chahla.
El embrollo alcanzó tal complejidad que hasta se involucró Mauricio Macri desde Suiza. El ex presidente llamó durante el fin de semana y ayer mismo para pedir que encuentren una salida al laberinto. Algunos medios, incluso, llegaron a decir que Macri le exigió a Sánchez que bajara su candidatura, lo que fue desmentido. «De ningún modo Mauricio va a actuar así, no es su estilo. Llamó para dar un aporte y es obvio que fue víctima de una ‘operación'», aseguraron en su entorno.
Respecto a cómo sigue esta telenovela, nadie puede estar seguro. La desconfianza es tan grande que hasta difieren en torno a cuál es la fecha última para alcanzar un acuerdo de candidatos y presentarlo ante la justicia electoral. En ámbitos radicales, aseguran que el domingo es la fecha límite. Entre la gente de Alfaro dicen que tienen 48 horas más.
«Es evidente que falta un eje ordenador» dijo uno de los armadores territoriales del PRO. Las próximas horas son claves y -todavía- nadie está en condiciones de pronosticar qué puede pasar con la oposición en Tucumán. ¿Habrá cumbre este fin de semana en la Ciudad de Buenos Aires?