Además de ser uno de los reservorios de carbono más importantes con los que cuenta la Tierra, los bosques nativos son la mejor solución natural para enfrentar al cambio climático, según señala el Sexto Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), que fue recientemente dado a conocer de manera pública.
Si bien. a escala global, se estima que la cantidad de carbono que actualmente está presente en la biomasa viva de la vegetación es de entre 450 y 650 gigatoneladas, estos importantes reservorios de carbono no son inmunes ni a la huella que genera la actividad humana ni al cambio en el uso del suelo,
Según señalaron desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) la gestión forestal es de vital importancia para poder garantizar que los bosques sigan cumpliendo su función como reservorios de carbono, además de los numerosos bienes y servicios ecosistémicos que les brindan a la sociedad.
“Perder bosques es también perder la capacidad de fijar carbono en un marco de cambio climático”, afirmó Pablo Peri, coordinador del Programa Forestal del INTA,
“Por eso, es necesario incorporarlo a la matriz productiva como un proveedor de servicios ecosistémicos, especialmente en lo que respecta a la producción forestal, porque un bosque bajo manejo forestal maderero sustentable fija carbono”, agregó el especialista.
En el caso puntual de la Argentina, Peri resaltó que el uso sostenible del bosque nativo es una actividad generadora de empleo y de riquezas en la mayoría de los territorios forestales con los que cuenta.
“Desde el Programa Forestal del INTA se busca impulsar la innovación y contribuir al desarrollo sostenible de un sector forestal competitivo, inclusivo, equitativo y cuidadoso del ambiente, a través de la investigación, de la extensión, del desarrollo de tecnologías del aporte a la formulación de políticas públicas, y de la articulación y cooperación nacional e internacional”, señaló Peri.
“Mientras el bosque del Parque Chaqueño puede fijar alrededor de 0,26 toneladas de carbono por hectárea al año; los bosques patagónicos de ñire, 0,45 toneladas de carbono por hectárea al año; la selva misionera hasta 3,25 toneladas de carbono por hectárea al año y la región del monte con algarrobales, 0,17 toneladas de carbono por hectárea al año, De ahí la gran importancia que tienen los bosques nativos no solo en la Argentina sino en el mundo entero para combatir y minimizar de manera natural los efectos del cambio climático”, concluyó el experto del INTA.