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El alumno que amenazó en la Quinta Agronómica no podrá volver a tomar clases hasta que reciba el alta


“No sé quién tiene la razón. Aquí hay una sola realidad: tardaron más de tres horas para requisar a ese chico. ¿Y si hubiera pasado algo malo? Hoy estaríamos lamentándonos varias muertes”, aseguró Luciana Medina, estudiante de la Quinta Agronómica. Ya transcurrieron casi cinco días del confuso episodio en que un alumno fue procesado por amenazar a sus compañeros. Las autoridades universitarias confirmaron además que no podrá asistir a la casa de estudios hasta que se confirme cuál es su estado de salud mental.

El viernes, cerca de las 17, un alumno denunció que un compañero había asistido a clases con un arma de fuego. Cerca de las 20, el estudiante fue requisado por efectivos del servicio 911. En el interior de su mochila encontraron dos armas blancas, pero ninguna pistola. También tenía el carnet de portación de armas y una credencial que lo habilitaba a realizar prácticas de tiro en un club de la capital. Además, ubicaron tres sobres con balas que estaban destinados a funcionarios de Agronomía.

El fiscal Diego Hevia ordenó que el sospechoso no fuera detenido hasta que avanzara con la investigación. Al día siguiente consiguió que se realice un allanamiento en la vivienda del estudiante, donde el propietario entregó un arma de fuego que era de su propiedad. También encontraron balas en su dormitorio, por lo que se decidió que quedara aprehendido. El lunes se desarrolló una audiencia. El fiscal sólo pudo imputar a Martín Francisco Villafañe el delito de amenaza porque no encontraron el arma. Una sola víctima denunció haber recibido un mensaje intimidante.

Por un acuerdo entre el acusador y la defensa, al joven le dictaron la prisión preventiva por 30 días, aunque la cumplirá en una clínica privada con custodia policial permanente.

“Lo más llamativo del caso es que tenía permiso de portación de armas cuando tenía problemas. Supuestamente debería haber superado una serie de estudios psicológicos para tenerlo”, analizó Esteban Lamontanaro, estudiante universitario. “Ni hablar de que podía ir a practicar tiro a un club sin ningún tipo de inconvenientes. ¿Nadie controla eso?”, se preguntó el joven.

Diferencia

La versión que dieron a conocer las autoridades de Agronomía difiere totalmente de las que se conocieron en la audiencia donde se le dictó la prisión preventiva a Villafañe.

En la Justicia aseguraron que los responsables tardaron tres horas en requisar al sospechoso. En tanto, el vicedecano de esa facultad le restó importancia y aseguró que él mismo estaba al tanto de lo que sucedía con el alumno.

El auxiliar Rogelio Rodríguez del Busto, siguiendo instrucciones del fiscal Diego Hevia, confirmó que un alumno denunció que Villafañe, que había amenazado a sus compañeros por el grupo de WhatsApp, había concurrido a clases con un arma de fuego. Añadió que las autoridades se comunicaron con la Policía Federal, que no actuó porque, según dijeron, sólo podían intervenir cuando esté en juego el patrimonio de la UNT.

Relató que personal del servicio 911 fue convocado al lugar, pero que no pudieron revisarle la mochila al sospechoso por orden de los funcionarios. Les avisaron que sólo podrían hacerlo cuando Villafañe dejara el aula en la que estaba tomando clases.

El vicedecano de Agronomía, Osvaldo Arce, relató que al enterarse de la situación actuó inmediatamente, enviando un guardia de seguridad y luego sentándose él al lado del sospechoso. Explicó también que uno de los guardias había observado que el estudiante tenía, en el interior de un bolsillo, un objeto que podría ser la cartuchera de un arma calibre 22. Indicó que evaluaron la posibilidad de sacarlo del aula, pero la decana decidió que no era prudente hacerlo.

El funcionario también relató que el acusado recibió autorización para abandonar el aula y poder fumar. “Jurídicamente no podíamos requisar a un alumno en plena casa. Se actuó perfectamente, sin contar que en ese momento no hubo ningún hecho de agresividad”, aseguró el secretario General de la UNT, José Hugo Saab, en una entrevista.

“Cuando terminó la clase a las 19, con la profesora esperamos que salgan todos los alumnos. Cuando salieron, el guardia me indicó que había llamado a la policía porque la portación de armas es un delito”, destacó Arce. “También vi que iban a requisar al alumno al salir de la facultad en la rotonda de la Quinta Agronómica. En ningún momento hablé con la Policía”, añadió.

“El alumno durante la clase jamás mostró agresividad, ni movimientos sospechosos de ningún tipo. Estuvo observado todo el tiempo. Estuve parado todo el tiempo a su lado”, finalizó.

Más explicaciones

“No fue con una pistola, sino con armas blancas”, sintetizó Saab. Sin embargo, en el informe que él mismo elaboró para el rectorado informó: “en el acto (la requisa) no le encontró ningún tipo de arma de fuego, por lo que se supuso que podría haberla descartado en algún lugar de la Facultad, procediéndose a una búsqueda exhaustiva, sin resultado positivo”.

El funcionario también explicó que se tomaron todas las medidas necesarias para atender a la comunidad universitaria. “Les están brindando asistencia psicológica a todas las personas que lo pidan. Es un hecho muy grave y por eso redoblaremos los esfuerzos necesarios. Por ese motivo, pondremos más cantidad de seguridad y se designará una mayor cantidad de guardias para que realicen más prevención”, añadió Saab.

El funcionario destacó que el alumno no volverá a la Facultad hasta que reciba el alta médica. “Es una medida de prevención que tomamos para proteger a todos. Como ocurrió con el caso del gas pimienta en Derecho, no podrá tomar clases hasta que nos informe que está en condiciones mentales. Preferimos hacer un abordaje a esta problemática y no ser expulsivos”, finalizó./Lagaceta

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