Aunque parecía imposible llegar a más, se sigue enrareciendo el ambiente político local y, si bien en el oficialismo, la irrupción del ministro de Economía, Sergio Massa, ahora como precandidato presidencial, puso bastante orden y alguna distensión, igual se mantienen las diferencias. Esto quedó bastante claro durante la puesta en marcha del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, con un multitudinario acto en la localidad de Salliqueló, en el que la “gestualidad” de algunos de los presentes, fue tan obvia, que hasta pareció hecha adrede.
Por caso, aunque en el escenario se dio la presencia del presidente Alberto Fernández, junto a la vice Cristina de Kirchner, y el ministro Massa, lo que no tenía antecedentes, menos aún tras las tensiones del último tiempo con el cierre de listas, la presencia del ministro Agustín Rossi (ahora también compañero de fórmula de Massa), y de Axel Kicillof (al lado de Cristina), quien finalmente irá a la reelección en la provincia de Buenos Aires, sin duda le dieron al acto una dosis extra de proselitismo. A su vez, las menciones, agradecimientos, y hasta las críticas directas, como la que recibió el empresario Eduardo Eurnekian, estuvieron a la orden del día.
Y, si bien hubo mucho “gesto” (como el guiño de Katopodis), y todos los ojos (y oídos) estaban puestos en la figura y la palabra de CFK, no pasaron desapercibidos los gestos de Juan Grabois, que sigue manteniendo su precandidatura presidencial vs. Massa.
