Tener que ir al banco, en muchísimas hasta mensualmente con gente que casi no podía caminar, a demostrar que uno estaba vivo. De eso se trataba, sin medias tintas, la ‘Fe de vida’, el trámite que los bancos exigieron durante años a cada pasivo para pagarle sus haberes mensuales, práctica obviamente oficializada desde la ANSES con la que se apuntaba a evitar fraudes. Y si ya la movilización era imposible, por el estado del beneficiario, entonces había que llamar a la policía para que fuera al domicilio, a verificar que ese jubilado seguía con vida.
Semejante práctica, un absurdo en tiempos de redes y datos, dejará de ser exigirse desde este martes 25 de julio, cuando entre en vigencia la Ley 27.721. Así unos cuatro millones de jubilados y pensionados ya no tendrán que presentar habitualmente sus certificados de supervivencia como requisito imprescindible para el cobro de sus haberes y beneficios previsionales.
Tras esta eliminación, los 7,3 millones de jubilados y pensionados del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y los beneficiarios de pensiones no contributivas a cargo de ANSES se encontrarán en igualdad de condiciones, dado que 3,2 millones ya estaban eximidos del trámite por sucesivas decisiones de los bancos donde cobran su dinero.
Hay que resaltar que ya eran varias las entidades bancarias que habían flexibilizado en algún punto ese trámite, aunque más por buena disposición de esas entidades que por cuestiones legales como las que entrarán en vigencia este martes. En este contexto, el Banco de la Provincia de Buenos Aires (Banco Provincia) había sido la primera entidad que suspendió ese requisito de fe de vida desde septiembre de 2019. Según explicaron en aquella ocasión, porque sus bases de datos ya trabajaban en línea con las del Registro Nacional de las Personas (RENAPER), de manera que apenas se denunciaban desde centros de salud u otras dependencias los decesos, se daban de baja los pagos.
La acreditación de supervivencia fue suspendida transitoriamente durante el aislamiento por la pandemia de Covid-19, aunque volvió a requerirse a partir de febrero del año pasado, un momento en que algunos bancos comenzaron a hacer algunas excepciones vinculadas a la edad o disponibilidad de información.
Así hubo entidades que comenzaron a exigir el trámite de supervivencia «solo a jubilados y pensionados mayores de 74 años», una línea todavía que obligaba a millones de personas a tener que cumplir con el tramite, pero al menos había una parte que quedaba eximida. Hubo otros casos puntuales, como el del Banco Supervielle, que dejó sin efecto ese requisito para quienes cobraran beneficios de ANSES en Córdoba, gracias a la integración de la información con el Registro Civil Digital provincial.
Asimismo, ANSES confirmó en su momento que el Banco Nación; Banco Provincia; de Córdoba; de La Pampa; de San Juan; de Entre Ríos; de Santa Cruz y de Santa Fe ya no estaban solicitando la fe de vida, grupo al que se sumaron en los últimos meses Piano, Supervielle y Santander.
En lo que respecta a este último,Santander había automatizó el trámite el 15 de marzo, dejando sin efecto el requisito. Al mismo tiempo, desde Banco Nación precisaron que, en su caso, la exigencia de la fe de vida «se había levantado el 8 de abril de 2022, para todos, sin segmentar por edades, ni sucursales».
Por su parte, Banco Provincia señaló que que desde hace cuatro años se «implementó exitosamente la actualización automática de la supervivencia, mediante los organismos que garantizan el registro e identificación de las personas», motivo por el que ya no era necesario acreditarla para poder percibir los haberes.
