Inversores y economistas en Argentina empiezan a ponerle un plazo de tiempo más preciso a la devaluación del peso. Tanto en los movimientos de los contratos a futuro de la moneda local esta semana, como en las declaraciones públicas de algunos analistas, empieza a percibirse más la apuesta de que el banco central se vería forzado a depreciar abruptamente la moneda local inmediatamente después de las elecciones primarias.
El pronóstico se enfoca sobre ese período acotado porque coincide con dos eventos: los comicios del 13 de agosto, que serán una prueba de fuego para el ministro de Economía, Sergio Massa, y la reunión del directorio del FMI, entre el 17 y 21 de agosto próximos, que deberá decidir el acuerdo con el país y los desembolsos de dinero.
“El mercado toma nota de la relevancia de la fecha de las elecciones próximas y decide estar cubierto ante posibles saltos cambiarios, de la mano de acotaciones de economistas, del comunicado del FMI y rumores de los medios”, dice Mateo Reschini, analista research senior de Inviú.
En donde más se percibió esta apuesta fue en el mercado de futuros. El banco central debió reaccionar este martes con fuertes ventas de contratos del peso, según dos personas con conocimiento directo. El peso argentino para fin de agosto había llegado a cotizar el lunes a 329 unidades por dólar, lo que suponía una devaluación directa del 19,5% en el mes, y una tasa efectiva implícita del 716% anual, desde el 386% del viernes.
“El mercado comenzó a especular que la prior action que tiene pendiente Argentina de aquí a que se reúna el board del FMI es un salto discreto del tipo de cambio más contundente que la ‘devaluación fiscal’ ejecutada la semana pasada”, escribieron los economistas de Portfolio Personal en su último reporte a clientes. “La presunción es que el oficialismo, por obvias razones políticas, podría ajustar el dólar oficial tras las elecciones primarias”, dijeron. El contrato a futuro del peso volvió a acomodarse este miércoles en las 317 unidades por dólar tras la intervención oficial.
La mayor demanda por cobertura cambiaria también se nota con fuerza en los bonos dollar linked, donde no hay intervenciones oficiales. La tasa del título que vence en abril 2024 cayó este miércoles a -8,4%, desde -6,7% el viernes; y la del que vence en septiembre de 2024 a -10%, desde -6,8% el viernes.
Voceros del Ministerio de Economía y del banco central declinaron hacer comentarios ante la consulta de Bloomberg News.
Se agranda el club de devaluadores
No son solo los traders. Economistas de alto perfil empiezan a animarse a pronosticar públicamente un ajuste en el tipo de cambio a partir de la mitad de agosto.
Marcos Buscaglia, socio de Alberdi Partners, ve “con probabilidad relativamente alta” que la semana del 14 de agosto será “movida”, según dijo por mensaje de texto. “Todavía es probable que votemos el 13 de agosto y que devaluemos en la semana del 14”, escribió Buscaglia este domingo en el diario La Nación.
Su colega Carlos Melconián, asesor del partido opositor Juntos por el Cambio, predijo este lunes en una entrevista radial que “es altamente probable una devaluación después de las primarias”.
El CEO del trader global de granos Bunge, Greg Heckman, dijo este miércoles en una llamada con clientes que en Argentina “se acercan las elecciones y una devaluación es posible”.
La oposición a la mesa
Para el economista Emmanuel Álvarez Agis, director de la consultora PxQ, la suerte del peso argentino dependerá en el cortísimo plazo del resultado electoral del actual ministro de Economía. “Si Massa obtiene menos del 30% de los votos, el FMI lo obligará a negociar en una mesa en la que también se sentará la oposición. Y allí ya habrá dos que querrán devaluar, y uno solo que no”, dijo en entrevista telefónica.
La cifra que habla: US$24.000 millones
Es el stock actual de las reservas brutas del banco central, el nivel más bajo desde 2006, según cifras oficiales.