La Inteligencia Artificial (IA) está teniendo un momento estrella. Es la última tecnología que se está popularizando y desatando cambios en todos los rubros económicos y sociales. Entre ellos el de la educación, donde el uso de herramientas como ChatGPT «ayuda» a los alumnos a entregar a sus profesores buenas monografías y excelentes resúmenes u opiniones. Ante este cambio de paradigma la Unesco –el organismo de Naciones Unidas dedicado a educación– acaba de publicar «Inteligencia artificial: ¿necesitamos una nueva educacion?», que es el primer libro académico que reflexiona sobre como utilizar la IA en las escuelas y propone ideas y ejemplos prácticas para maestros y profesores.
Su autora es Roxana Morduchowicz, doctora en comunicación, asesora de Unesco en temas de Ciudadanía Digital y, según explicó esta experta en cultura juvenil, «la idea del libro surgió porque docentes, directivos y también las familias se preocupan pensando como abordar esta tecnología que está cambiando las formas tradicionales de educar. Por ejemplo, ya no tiene sentido darles a los alumnos un texto largo para que lean y lo resuman, porque la IA lo hace en segundos y entrega un buen resultado. Ya no tiene sentido esa forma».
—¿Y que se puede hacer?
—Una opción es cambiar las consignas de tareas. Si ya no sirve pedir resúmenes o monografías, el docente puede aprovechar el trabajo de la IA para que sus alumnos analicen el texto producido por la IA y que lo critiquen o le encuentren fallas que, todavía, suelen ser significativas. Es un nuevo desafío para el docente.
—¿Es algo nuevo?
—Ya veníamos tendiendo debates sobre cambios, pero ahora es urgente. Por ejemplo se vuelve esencial enseñar pensamiento crítico en un sentido amplio. Eso ocurre porque la IA elabora textos buscando lo que está en Internet y sabemos que mucha de esa información es fake, está atrasada, es confusa o está sesgada. Un ejemplo es una monografía sobre la historia de la imprenta hecha por una IA en EE.UU. Y resulta que ese trabajo no mencionaba el aporte europeo y chino sobre el tema. En otras palabras, los datos que eligió la IA no eran confiables.
—Hace décadas que se debate eso…
—Si, hace mucho que sabemos que el docente tiene que enseñar como distinguir la calidad de las fuentes en la red, un problema que viene desde siempre ligado a las sugerencias y links a sitios web ordenados por el buscador y que están condicionados por la publicidad o la popularidad y no necesariamente por la calidad de la información que ofrecen. Y sabemos que los chicos, y también los grandes, suelen quedarse con apenas lo que dice el primer link del buscador. Ademas, hay tantas fuentes que se vuelve confuso elegir las confiables.
—¿Que otra cosa enseñarles?
—Debemos mostrarle que la información que obtienen con un click puede venir sesgada, incluir omisiones importantes. Hay numerosos ejemplos sobre como se entrenaron diversas IA usando datos parciales y eso luego generó discriminación a la hora de aprobar un crédito o atribuir conductas a un grupo determinado en forma prejuicida. Por eso es necesario acentuar la enseñanza de temas de ciudadanía digital, el pensamiento crítico y también el creativo, que son cosas que la IA no tiene.
—¿Hay que enseñar a usarla en la escuela?
—Hoy es una competencia esencial en IA: el usuario tiene que aprender a «preguntarle» en forma correcta para obtener resultados, usando las palabras adecuadas. Una maestra nos contaba que estaba dando clase sobre los protagonistas de la Revolución de Mayo y pidió un trabajo sobre Castelli. Un alumno entregó un texto que describía la localidad de Castelli en la provincia de Buenos Aires. Además, hay que enseñarles a repreguntar y a hacer preguntas complejas, no buscando solo datos o fechas. Hoy hay que enseñar competencias esenciales: cómo evaluar la información, como pensarla y como interpretarla.