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Empresas de EEUU alertan por estado crítico de Argentina

En menos de una semana asumirá el próximo presidente de la Argentina, Javier Milei, y la expectativa es muy grande, sobre todo en el empresariado nacional, así como también en las firmas extranjeras que trabajan en el país. Se esperan medidas de cambio profundo y su aplicación es una incógnita por estas horas.

En este sentido, desde la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham) advirtieron que el futuro gobierno de Milei enfrentará desafíos y obstáculos que se agravaron durante décadas. A través de un comunicado, señalaron que “la falta de un modelo de país con reglas de juego estables, predecibles y consistentes en el tiempo, ha sido limitante para el desarrollo de nuestra sociedad”.

En la misma línea, en la organización alertaron por “la inexistencia de un plan de estabilización macroeconómica, que mitigue la volatilidad de los mercados, restablezca el equilibrio de los precios relativos de la economía, implemente políticas fiscales y monetarias para reducir la inflación y contengan la emisión monetaria, basado en presupuestos que garanticen el superávit fiscal”.

Al respecto, desde AmCham remarcaron “la abultada deuda comercial que las empresas importadoras han acumulado con sus proveedores locales o del exterior desde marzo de 2022″. En este punto, indicaron que “esta acumulación se produjo debido a la imposibilidad de acceder al mercado oficial de cambios para cancelarlas, una consecuencia directa de la delicada situación de las reservas líquidas en el Banco Central de la República Argentina”.

Y agregaron: “Las empresas argentinas que importan insumos y otros bienes del exterior se encuentran en una posición crítica: límite de créditos con proveedores agotado, cancelación de entregas de insumos y productos, costos de logística, de almacenaje y aduaneros absolutamente innecesarios, ineficiencias en los procesos de importación, costos financieros por utilización de mecanismos de pagos alternativos, paralizaciones de plantas por falta de insumos productivos, desabastecimiento de productos en la cadena de comercialización, pérdida de empleabilidad”.

En este sentido, señalaron que “la deuda total acumulada ascendería a 56.000 millones de dólares”. Y añadieron: “Cualquier escenario de salida del esquema cambiario y acceso a divisas implicará un salto en el tipo de cambio y su correlación con la inflación, y un potencial deterioro de la confianza con las casas matrices de muchas compañías que operan en Argentina”.


En tanto, en el comunicado, AnCham hizo recomendaciones a la futura gestión de Milei y pidió “garantizar el pago de las deudas que a futuro se generen por importaciones (flujo), permitirles a los importadores o acceder al MULC o a los dólares financieros para el stock de deudas, con posibilidad de alternar entre los distintos tipos de cambio sin limitación alguna”.

Otro problema que consideraron crucial es “la existencia de un proceso de importaciones con fuerte intervencionismo del Poder Ejecutivo, llamado SIRAS, e integrado por varios organismos del Estado, quienes deciden a través de sus aprobaciones el destino del insumo o producto que el sector privado pretende importar”.

A ello le sumaron la “falta de las aprobaciones para poder hacer frente a las importaciones que abastecen el sistema comercial o productivo de nuestro país” donde aseguran que es “imposible detectar y predecir los criterios para las aprobaciones o las negaciones”. Según denuncian, esto hace que sea imposible garantizar a la industria el suministro de las cadenas de valor de los diferentes sectores de la economía. Ante esa situación, sugieren “eliminar este mecanismo de aprobación burocrático, limitativo a la producción y al abastecimiento”.

Por último, desde AmCham concluyeron que la próxima administración se enfrentará a un escenario “desafiante y complejo” donde la “capacidad de negociación y diálogo serán cruciales para construir consensos y avanzar hacia una estabilidad económica sostenible, que permita normalizar los compromisos asumidos y convertir los obstáculos en medidas a favor del sector productivo de la Argentina, desregulando, simplificando y buscando la eficiencia y la competitividad de las empresas”.

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