“Cuando los hombres escriben sobre violencia tienen el riesgo de que se convierta en entretenimiento, creo que tener una perspectiva femenina puede hacer una diferencia”, dijo la escritora sueca Karin Smirnoff durante la presentación en conferencia de prensa para medios de habla hispana de su nuevo libro, Las garras del águila, que integra la saga Millennium, serie de novelas criminales que ya cuenta con más de 105 millones de lectores en todo el mundo y en Argentina publica Ediciones Destino, con traducción de Martin Lexell y Mónica Corral Frías.
“Creo que la violencia es muy interesante, porque es un tema que está en todas partes”, consideró Smirnoff, que aceptó el desafío de continuar con la serie ideada por su compatriota Stieg Larsson, quien había planeado escribir diez títulos pero hasta el momento de su muerte en 2004, a causa de un infarto, solo llegó a escribir los tres primeros títulos, publicados en forma póstuma: Los hombres que no amaban a las mujeres (2005) La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (2006) y La reina en el palacio de las corrientes de aire (2007).
“Pero si uno habla de violencia sexual -continuó la autora acerca de uno de los temas que aborda el libro- si hacemos que la víctima por ejemplo se vea bien, sea guapa, algo muy común en este tipo de libros, en los que muchas veces la víctima no solamente es víctima sino que además es una mujer muy guapa, creo que termina convirtiéndose en una especie de entretenimiento sexual perverso, entonces a lo mejor mi perspectiva, mi mirada femenina, lleva a que eso en cierta forma pueda cambiar”.
Smirnoff aclaró que no se considera una representante de la “literatura feminista” y que no cuenta con “una agenda” en este sentido. “Pero soy una mujer”, dijo. “Sé lo que es ser una mujer entre hombres, y también sé lo que es estar en situaciones violentas, entonces para mí escribir al respecto es un tema personal, y por eso creo que mi punto de vista hace que este libro sea distinto al que podría haber escrito un hombre”.«Las garras del águila», de Karin Smirnoff
En 2013 la editorial sueca Norstedts contrató al escritor David Lagercrantz para que continuara la saga inconclusa, y se publicaron tres novelas más: Lo que no te mata te hace más fuerte (2015), El hombre que perseguía su sombra (2017) y La chica que vivió dos veces (2019). No estaban basadas en los borradores que dejó Larsson y se publicaron en 50 países.
Sobre su elección por parte de los herederos para ser la continuadora de la serie, Smirnoff consideró: “Se siente muy bien, por supuesto. Pero también es una responsabilidad, porque hay muchos lectores y muchas editoriales que han invertido en este proyecto. Es muy emocionante, y lo estoy disfrutando bastante”. Acerca de los libros previos, contó que los tuvo en cuenta pero pensó también en escribir una novela a su estilo, con algunos personajes ideados por ella y en un ambiente que le pertenece.
Su lugar en el mundo
En Las garras del águila, quienes ya conocen la serie volverán a encontrarse con la hacker Lisbeth Salander y el periodista Mikael Blomskvist, así como con otros personajes nuevos, entre ellos Svala, la sobrina de 13 años de Lisbeth, cuya madre desapareció.
En esta nueva historia, los protagonistas se dirigen por distintos motivos a una región del norte de Suecia, de tierras poco habitadas y ricas en recursos naturales, codiciadas por multinacionales que planean saqueos en nombre del ecologismo.
Consultada sobre de los escenarios en los que transcurren los hechos, considerados por ella como “una nueva parte del mundo, incluso para los suecos”, Smirnoff respondió: “Yo vivo acá, entonces para mí es algo muy normal, de hecho me parece que es una zona muy interesante, muchas cosas están ocurriendo donde vivo. No hay tantos habitantes, pero aún así se producen grandes cantidades de inversiones industriales; se supone que debería aumentar la población en un 30 por ciento en diez años. Y claro que con más gente llegando, con más dinero entrando, también vienen más problemas, más delitos. Al mismo tiempo tenemos la naturaleza, el clima que es muy frío, muy oscuro en el verano, nunca sale el sol”.La trilogía que dio vida a la saga Millennium, de la mano de Stieg Larsson.
También se refirió a los pueblos originarios de la región: “Con frecuencia se vuelven un problema para los inversionistas, porque quieren echarlos. Eso es algo que está sucediendo en todo el mundo donde se explotan minas, por ejemplo. Estos pueblos originarios viven con una relación cercana a la naturaleza que no funciona con el capitalismo. Todo el tiempo hay conflicto, entre las personas que tienen sus propias tradiciones, su propia cultura, y quienes quieren crear, invertir, hacer dinero. Siempre se pruduce el mismo problema, en todo el mundo. Con esto llegan los conflictos ambientales, también. Entonces, para mí escribir en este escenario es además una forma de mostrar que este lugar es como cualquier otro del mundo, pero a la vez muy particular. Es mi lugar, me gusta, para mí es un orgullo ser parte”.
Acerca de la postura de quienes –en algunos casos, desde el poder- niegan el cambio climático, Smirnoff respondió que le resulta “una tontería” y un punto de vista “ridículo”. Y reflexionó: “Hay tanta evidencia de la situación, personas altamente profesionales que han hecho investigaciones sobre el cambio climático, que por supuesto es imposible decir que no existe. Nosotros lo notamos acá con la nieve, por ejemplo, donde se suponía que no debería haber tanta y sin embargo está nevando muchísimo más. En lugares donde debería hacer frío las temperaturas son más elevadas; la nieve en las montañas también se está derritiendo. Hay evidencia a nuestro alrededor, en todo el mundo. Es algo que ni siquiera es nuevo”.
Y agregó: “Es muy fácil decirlo, porque si se dice que no existe entonces no hay que responsabilizarse de eso, ni invertir dinero, ni desarrollar ningún tipo de energía renovable; entonces me parece que es una forma muy oportunista de enfrentar el cambio climático”
Smirnoff tiene experiencia en periodismo y dijo que su conocimiento acerca de cómo funcionan las redacciones quizás la ayudó a la hora de trabajar el personaje de Blomskvist. Sin embargo, explicó que intenta “no ser tan periodista” cuando escribe porque, si bien el texto debe ser fácil de entender, consideró que “los periodistas tienen la necesidad de explicar absolutamente todo, es lo normal, es lo que se hace para que todo el mundo entienda, pero para un autor creo que se trata de escribir la menor cantidad posible de explicaciones personales”.
En cuanto a su condición de fotógrafa, actividad que no ejerce desde hace tiempo, sostuvo que también influyó en parte en la escritura de Las garras del águila: “Mi estilo es describir imágenes”, contó, “las veo cuando escribo”. Aunque aclaró: “No quiero explicar las imágenes a los lectores, mi intención es que sean capaces de desarrollar las propias”.
Ya está trabajando en un nuevo libro de la saga, contó para cerrar Smirnoff, que tratará acerca de la industria de la minería. “Millennium está conectado con la forma en la que escribo”, dijo, “porque no soy especialmente buena planeando; las ideas, los pensamientos, surgen a medida que voy escribiendo, siguen a los personajes”, consideró, y reflexionó que quizás la modalidad de escribir en trilogía sea adecuada a ella.
“Gran parte de lo que escribo lo hago en forma inconsciente, no estoy tan segura de lo que estoy haciendo pero al final lo sé. A lo mejor necesito tres libros para desarrollar las historias y los personajes”. Y agregó, categórica: “Si bien para mí es nuevo dedicarme a las novelas policiales, no funciono si tengo que adaptarme especialmente a un género o a un lenguaje distinto. Considero que, ante todo, es literatura”.
Smirnoff Básico
- Suecia, 1965, fotógrafa y periodista de formación, dirigía la empresa familiar dedicada a la madera hasta que, a los 54 años, decidió retomar su amor por las letras y matricularse a un curso de Escritura Creativa en la Universidad de Lund.
- Allí escribió, en 2018, lo que se convertiría en su debut, Jeg tog ned til bror, primera parte de su celebrada trilogía literaria, a la que daría el punto final en 2020. La serie tuvo una magnífica acogida entre los lectores, con más de 700.000 ejemplares vendidos, además de magníficas críticas y ser nominada al prestigioso Premio August.
- Publicada en más 50 países y con más de 105 millones de lectores en todo el mundo, la Serie Millennium, iniciada por Stieg Larsson en 2005 con Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire, fue continuada por David Lagercrantz con las novelas Lo que no te mata te hace más fuerte, El hombre que perseguía su sombra y La chica que vivió dos veces.
- Karin Smirnoff recoge el testigo de sus predecesores y es la encargada de dar continuidad, con Las garras del águila, a uno de los fenómenos literarios más destacados de la historia de la literatura contemporánea mundial.