Tormentas violentas y puntuales se desataron en la región del Chaco, el Noroeste argentino y el Litoral. En ese contexto, se registraron destrozos en Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos por las fuertes lluvias y ráfagas de hasta 105 km/h.
En varias localidades de esta zona se reportaron masivas caídas de árboles y cortes del suministro de electricidad, a raíz del desplome de postes de energía eléctrica. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) activó varios alertas meteorológicos, naranja y amarillo, algunas de las que continúan vigentes.
En Santa Fe, las ciudades afectadas estaban ubicadas en el centro y norte del territorio, donde se observó un nivel de agresividad relativo al naranja. «Se esperan fenómenos meteorológicos peligrosos para la sociedad, la vida, los bienes y el medio ambiente», indicó el organismo sobre estos fenómenos.
En el caso de las localidades del centro santafesino, se enfrentarán a una alerta amarilla, que conlleva «capacidad de daño y riesgo de interrupción momentánea de actividades cotidianas». Entre las localidades más afectadas se hallan Sunchales, Ceres, San Cristóbal, Hersilia, Elisa, Reconquista y Avellaneda.
En todas ellas los vecinos vivieron momentos de incertidumbre y este viernes se dieron a conocer a través de las redes sociales las primeras imágenes de techos que se volaron de las casas, árboles esparcidos y estructuras que desaparecieron.
En Corrientes también se registró un frente de mal clima que generó decenas de destrozos. Diferentes ciudades sufrieron inconvenientes por las ráfagas de más de 100 km/h y los vecinos que sufrieron daños en sus propiedades amanecieron con un panorama muy similar a los de Santa Fe.
El fenómeno meteorológico tuvo su impacto más fuerte en las ciudades de Bella Vista, Mercedes, Gobernador Virasoro, 9 de Julio, Saladas, Capital e Isla Apipé entre otras, detalló el jefe de Operaciones de Defensa Civil, Orlando Bertoni, a Télam.