Durante el gobierno de Alberto Fernández, la Secretaría de Integración Socio Urbana pasó de 60 a más de 600 personas, que en su mayoría respondían al líder de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), Juan Grabois.
El fondo fiduciario que manejaba gastó $130 millones en viáticos y comisiones el año pasado. La organización piquetera habría manejado decenas de miles de millones del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), que ahora el presidente Javier Milei ordenó eliminar.
«El balance del año pasado refleja gastos por 130 millones de pesos en viáticos y pasajes para militantes que aparecen con supuestos ‘auditores’, dijo un alto funcionario de la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU) que convivió con los piqueteros de Juan Grabois durante los últimos cuatro años del cuarto mandato kirchnerista.
Parte del dinero público que Grabois habría obtenido con este fondo fiduciario la habría compartido con Emilio Pérsico y Fernando «Chino», Navarro, fundadores del Movimiento Evita.
Entre 2019 y 2023 no se efectuaba ninguna operación en la SISU sin autorización de Grabois. La jefa, en los papeles, era Fernanda Miño, ex concejal ultracristinista de San Isidro. El año pasado habría manejado cercana a los 100 mil millones de pesos.
La Secretaría en cuestión fue creada por Mauricio Macri para hacer obras en los barrios carenciados. Cuando asumió Alberto Fernández cayó en el flamante ministerio de Hábitat, que manejaba María Eugenia Bielsa, la dirigente muy cercana a Cristina Kirchner.
Para poder tener independencia en el manejo financiero y operativo total, Grabois habría gestionado -y obtenido- el Fondo Fiduciario de la Secretaría de Integración Socio Urbana.
Dentro del FISU armaron un comité que lo preside Miño, agregó Clarín. Allí se definía dónde y qué trabajos hacer. Pero sobre todo, cuánta plata salían cada proyecto. En 2019, cuando se hace cargo Grabois, el SISU tenía 63 empleados. Pero como cada obra debía ser «auditada», por «técnicos» de la dependencia, la planta creció exponencialmente. En 2023 terminaron trabajando allí 613 personas, la mayoría de organizaciones de Grabois. También del Movimiento Evita.
«En resumen, tuvieron que inventar estos supuestos técnicos, que no eran más que militantes, muchos sin estudio», indican desde la actual gestión de la Secretaría. Según consta en el balance 2023 (que no está terminado), se pagaron unos 62 millones en viáticos de esos técnicos militantes de Grabois. Esa suma crece a 130 millones si se suman los pasajes de avión. Viajaban por Aerolíneas Argentinas con un costo por pasaje que, curiosamente, era más alto que el que figuraba en la propia página de la empresa, concluyó el matutino.
