La empresa Worldcoin anunció este viernes que va a iniciar acciones legales contra la orden de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) que la obligó a cesar de forma inmediata en España el escaneo de iris y a bloquear cualquier tipo de tratamiento de los datos que haya recopilado hasta ahora.
La empresa tecnológica Tools For Humanity (TFH), con sede en Erlangen (Alemania) y que trabaja para el proyecto de criptomonedas Worldcoin, anunció que emprende esas acciones legales contra esa decisión, y reiteró sus argumentos a favor de la legalidad del proyecto y de las actividades de esta empresa.
La Agencia Española de Protección de Datos decidió, por primera vez en sus treinta años de historia, adoptar una medida de estas características y suspender de forma cautelar, durante tres meses, la actividad de esta empresa en España. De esta manera a la compañía se le prohibió seguir escaneando el iris de miles de personas (unos 400.000 en España) y recopilando datos personales de esa manera.
El proyecto de criptomonedas Worldcoin está impulsado, entre otros, por Sam Altman director del sistema de inteligencia artificial ChatGPT desarrollado por la compañía estadounidense OpenAI, y durante los últimos meses escaneó el ojo de miles de personas a cambio de una compensación económica en criptomonedas que los usuarios pueden monetizar.
Los responsables de la empresa explicaron que el proyecto pretende emitir un documento de identidad digital que demuestre de una manera infalible que el titular es una persona y no un «chatbot, un «bot» o robot informático.
La AEPD comenzó a investigar la actividad de esta empresa cuando recibieron varias reclamaciones en las que se denunciaban, entre otros aspectos, que los usuarios recibían una información insuficiente, por la captación de datos de menores, o porque no se permitía la retirada del consentimiento inicial.
Y el organismo advirtió, además, que el tratamiento de datos biométricos -como los que se obtienen de la lectura del iris- están considerados por el Reglamento General de Protección de Datos español como de especial protección, ya que conlleva elevados riesgos para las personas debido a la naturaleza sensible de esa información, razones por las que ha adoptado esta medida cautelar para asegurar el cese inmediato de la actividad de esta empresa y prevenir la posible cesión a terceros de datos personales.
Worldcoin también lleva adelante el escaneo de iris en la Argentina, donde miles de personas ya sumaron sus datos biométricos a la empresa. La provincia de Buenos Aires pidió explicaciones a la compañía sobre su actividad, pero luego no hubo una comunicación oficial al respecto.
Fuentes de la empresa divulgaron una nota en la que reiteran que cumplen «plenamente» con todas las leyes y reglamentos que rigen la recopilación de datos biométricos y la transferencia de datos, incluido el Reglamento General de Protección de Datos de la UE.
Reiteran además que mantuvieron un diálogo «constante y continuo» con las autoridades de protección europeas y la oficina de control y protección de datos de Baviera (Alemania), y que se sienten «decepcionados» por la decisión del organismo que vela por la adecuada protección de los datos en España. «No nos deja otro recurso que presentar una demanda», manifestaron.
Los responsables del proyecto insistieron en que este opera «legalmente» en todos los países donde está disponible y bajo la supervisión de las autoridades de protección de datos de cada lugar.
Por otra parte, fuentes de la Agencia Española de Protección de Datos insistieron en que la medida cautelar que impuso supone que la empresa no puede tratar los datos personales que ya recopiló.
En ese sentido, aclararon que, mientras esté en vigor la medida cautelar, no es necesario que los ciudadanos que permitieron que esta empresa escanee su iris ejerzan su derecho de supresión o de revocación del consentimiento, ya que la empresa no va a poder ejecutarlo al tener prohibido hacer cualquier tratamiento de esos datos.
La empresa precisó que las actividades que emprendieron en varios países lo que pretende es crear un protocolo de identidad «seguro» y sin permisos, y que han participado en este proyecto más de 4 millones de personas en todo el mundo, que de esta manera -dicen- pueden demostrar en internet que son humanos, no robots, y preservar además su privacidad.