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Valor y determinación. Subió a un volcán de siete mil metros para recuperar su bici

Cuando Emilia Pachado iba al gimnasio como parte de su larga rehabilitación, sólo había una cosa que no estaba dispuesta a hacer: subirse a las bicicletas fijas. Sentía que, de esa forma, estaba traicionando a su bici. Esa que había quedado en lo alto de un volcán cuando debieron rescatar a esta joven odontóloga y alpinista, en su travesía más complicada.

Así de sorprende es la historia de Emilia. En su foto de perfil de WhatsApp se la puede ver sosteniendo una bandera argentina con sus dos grandes amores de fondo: una montaña y su bicicleta, a la que llama Hulk en honor al personaje de Marvel.

En marzo de 2023, esta vecina de Longchamps rompió varios récords al convertirse en la primera mujer en hacer cumbre en el volcán Ojos del Salado, el más alto del mundo, ubicado en el límite entre Argentina y Chile. Su aventura a 6.891 metros de altura es una historia aparte (que también cubrió el Zonal) pero terminó de forma accidentada. Emilia sobrevivió a varias dificultades y, al volver, le tuvieron que amputar parte del pie en sucesivas operaciones.

«Los primeros meses después del volcán realmente fueron muy duros, no pude caminar por muchos meses, literalmente pasé de estar postrada en una cama a una silla de ruedas y así pasé por mucho hasta que realmente pude volver siquiera a caminar», cuenta después de su última hazaña. Y agrega: «De mi salud ahora estoy mil veces mejor, en unos meses me tienen que volver a operar el pie, una parte de él quedó con osteomielitis (infección en los huesos) y tienen que volver a amputar, pero estoy más consciente ahora y sé por lo que voy a pasar más adelante, así que estoy más tranquila, esto no me va a frenar».

A la joven le quedaba un asunto pendiente con el volcán y era volver sobre sus pasos para recuperar su amada bicicleta. «Nunca tuve miedo de volver a la montaña, porque más allá de todo lo que pasó, ese viaje fue uno de los más importantes de mi vida, en el cual aprendí miles de cosas. Lo tomo de esa manera, la montaña me enseñó y yo estaba dispuesta a aprender. Volver ahí fue como volver el tiempo atrás», relata.Emilia Pachado muestra un símbolo de su vida.Emilia Pachado muestra un símbolo de su vida.

Ascendió desde ese sitio que, de por sí, ya se ve temible en las fotos. En su caso, además, venía acompañado de recuerdos fuertes y sufrimiento: «Nunca creí que estaría nuevamente en ese lugar que es tan maravilloso, pero a la vez puede ser muy tenebroso. Una de las cosas que aprendí fue que si algo va a pasar, pasa. La ley de Murphy dice eso y realmente lo creo y si sucedía yo estaba lista para enfrentarlo».

Y entonces la vio. Hulk, su bici, estaba en las mismas condiciones que ella la había dejado, en el momento más duro de su ascenso pasado. Hace meses, otros andinistas le avisaron que la habían dejado en otro sitio. Que habían tratado de bajarla pero les fue imposible. La montaña no parecía querer devolverla. «Siento que por algo fue, sí o sí tenia que ir yo», afirma.

Junto al experimentado guía Paul Barrionuevo, preguntaron a muchos aventureros si habían visto la bici, pero Hulk parecía ocultarse de todos. «Para sorpresa mía, cuando la tuve nuevamente en mis manos aún tenía la rueda delantera inflada, su pintura original no se había levantado. Creí que la iba a encontrar toda oxidada y casi sin posibilidades de volver a usarla, pero no fue así. Hulk estaba intacta, como si me hubiera esperado todo este tiempo».

Para Emilia, volver con su bici fue darle un cierre a ese viaje, una revancha que se debía desde hacía un largo año. Es que el lazo que la une con su bici es más fuerte que la propia naturaleza. Fue gracias a las luces de Hulk que el 19 de febrero de 2023 la Gendarmería pudo ubicar a Emilia.

«Ella aún tiene muchas historias por vivir conmigo, tenemos muchos kilómetros aún por recorrer», sentencia. Y, en el mapa que se despliega frente a Emilia, los próximos destinos marcados son el Lanín y el volcán Piscis. Quedan aventuras por delante, a pesar de las inclemencias, y las harán juntas.

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