En plena declaración de guerra al narcotráfico, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, tuvo que hacer una compra urgente de municiones porque las cuatro fuerzas federales de seguridad no tienen balas ni para un enfrentamiento con delincuentes comunes. Es por eso que le compró a la empresa Fabricaciones Militares 1.463.200 municiones.
En el anexo de la Resolución 111 del Ministerio de Seguridad, del 11 de marzo último, la gran mayoría de esas municiones son de calibre 9 milímetros. Eso indica el calibre con el cual se enfrentará a las bandas de narcos de Rosario.
«Esto significa que hay que equipar a las fuerzas desde lo básico, porque no compraron nafa en 4 años», dijo un alto funcionario del Ministerio de Seguridad. Todavía, sin embargo, no está definido el nuevo marco legal para que puedan actuar las Fuerzas Armadas, que pidieron una reforma en la Ley de Defensa.
Se trata de una operación por casi 2 millones de dólares. De 1.463.200 municiones, Fabricaciones Militares proveerá 1.270.000 unidades calibre 9 milímetros (para uso en pistolas semiautomáticas y pistolas ametralladoras, contra objetivos personales); 71.000 de calibre 12,70 Propósito General (vaina plástica roja que contiene 9 bolas de plomo); 80.000 de calibre 12,70 Antitumulto (vaina plástica verde que contiene 24 bolas de goma); y 42.000 de calibre 12,70 Estruendo (vaina azul).
Desde que las bandas narcos de Rosario cometieron cuatro crímenes mafiosos en esa ciudad como respuestas a los ajustes que el gobernador Maximiliano Pullaro había hecho en los penales de la provincia con los presos de ese delito, el gobierno de Javier Milei se instaló en la ciudad.
La ministra Bullrich le declaró la guerra al narcotráfico y puso a todas las fuerzas federales a saturar de presencia en las calles de la ciudad. Pero las armas de los efectivos tienen muy pocas balas y la primera partida llegará el 21 de marzo.
Bullrich compró 1,5 millones de balas nuevas para fortalecer el combate contra los narcos en Rosario
La operación de compra Bullrich la hizo con Fabricaciones Militares, una de las empresas que el presidente Javier Milei quería dejar sujeta a privatización. Es la única fábrica de armamento y municiones militares del país.
El convenio fue firmado entre el Secretario de Coordinación Administrativa de Seguridad, Martín Siracusa, y el presidente de Fabricaciones Militares Sociedad del Estado (FMSE), Hugo Pascarelli, presidente. El monto de la compra es de casi 2 millones de dólares y el convenio se firmó en esa moneda. En rigor, el monto exacto fue de U$S 1.999.352.
«Del total de municiones, el 27,5% (402.200) serán destinadas sólo a la Prefectura Naval Argentina, que recibirá más nuevas balas que cualquiera de las otras fuerzas», observó el ex diputado Alejandro «Topo» Rodríguez, presidente del Instituto Consenso Federal.
El ex legislador contrapuso la paradoja de que el Presidente debe recurrir a FMSE pese a que está «empecinado» en privatizar la empresa Fabricaciones Militares Sociedad del Estado, «una de las compañías públicas puesta en la mira para el descarte».
Sin embargo, agregó, como el Ministerio de Seguridad tiene una marcada necesidad de comprar municiones para la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y el Servicio Penitenciario Federal, la Ministra Patricia Bullrich decidió encargárselas a Fabricaciones Militares.
Los funcionarios de Bullrich admitieron que encontraron a las fuerzas federales de seguridad al borde de la falta absoluta de equipamiento, desde armamento hasta chalecos antibalas. Señalaron que la primera tanda de municiones llegará el 21 de marzo próximo. Serán las primeras 500.000 municiones de 9 milímetros. De ellas 71.000 unidades serán para fusiles largos.
Fue una compra de 2 millones de dólares a la empresa Fabricaciones Militares, porque las fuerzas de seguridad no tenían balas para combatir al delito
La decisión es oficial y cuenta con la conformidad técnica de los especialistas en armamento y munición de las fuerzas policiales y de seguridad. Apenas emitida la orden de compra, a la estatal Fabricaciones Militares tendrán que hacerle un pago anticipado equivalente al 50% del total de la factura final.
En línea con la falta de equipamiento en seguridad, también las Fuerzas Armadas debieron negar el envío de varios vehículos. Los camiones que tenían estaban en mal estado de mantenimiento y muchos no podían circular por la ruta porque no tenían la VTV.
En el Estado Mayor Conjunto reconocen malestar militar porque hay un vacío legal y se está tratando de subsanar. La Ley de Defensa prohíbe a los militares hacer operativos o tener enfrentamientos con delincuentes comunes en terreno local, fronteras adentro.
Es por eso que Defensa y Seguridad están analizando los detalles legales para dejar afuera de cualquier inconveniente a un soldado que, ante un enfrentamiento, pueda llegar a matar a un joven narco.
También se sabe que el jefe del Estado Mayor Conjunto, Xavier Isaac, está con malestar porque Milei fijó una política exterior de fuerte apoyo a Israel y de fuerte condena a Hamas, pero no se tomaron recaudos en defensa para evitar el ingreso de terroristas que podrían atentar en la Argentina.
Tampoco existe en materia de inteligencia ninguna previsión por parte del interventor de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Silvestre Sívori, que heredó un organismo desmantelado, sin conducción ni cuatros aptos para tener una estrategia de control de fronteras y de posibles blancos internos para detectar células de narcotráfico o terrorismo.
Además de balas se necesita estrategia e información para combatir a las grandes amenazas que tiene la Argentina.