En la Legislatura se avanza en un proyecto de ley para erradicar la tracción a sangre. Si bien Tucumán y los distintos municipios están adheridos a la ley nacional de tránsito, que prohíbe esta modalidad, en la geografía provincial no se la cumple.
Se piensa en el sufrimiento del animal más que en hacer foco en la modalidad de trabajo de algunas familias que utilizan el caballo para traccionar los carros con los que realizan distintos tipos de trabajos, entre ellos traslado de materiales o recolección de residuos urbanos.
Lo que se analiza es sancionar una norma que establezca un plazo de un año para que se erradique totalmente la tracción a sangre. Y en ese plazo ver como se soluciona el tema social que subyace debajo de esta realidad.
Las únicas excepciones son las fuerzas de seguridad y los desfiles tradicionales, donde la presencia de los caballos es parte del espectáculo.
