La Cámara de Diputados definirá los próximos días la suerte del Impuesto a las Ganancias y a los Bienes Personales en el debate final sobre la Ley Bases y el paquete fiscal, pero la presión del Gobierno para revertir los cambios que impuso el Senado en esos temas volvió a poner en discusión la privatización de empresas públicas y con ello abrió el riesgo de un cortocircuito dentro del Congreso.
La decisión de reunir el plenario de comisiones el martes y sesionar el jueves ya está acordada con la oposición dialoguista, según fuentes parlamentarias. En tanto, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, principal negociador con la oposición dialoguista en nombre del presidente Javier Milei, ratificó que quieren «insistir en el tema Ganancias y Bienes Personales» luego de que una mayoría opositora en el Senado los dejara afuera del proyecto fiscal que aprobó Diputados en abril.
Sin embargo, en la misma declaración confirmó que el Gobierno también quiere volver a incluir a Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y los medios públicos en la lista de empresas a privatizar, pero lo hizo desconociendo el acuerdo que se vio con los senadores para lograr la aprobación de la Ley Bases.
«Con las empresas privatizables nosotros no tuvimos un acuerdo en el Senado«, afirmó el jefe de Gabinete. En los bloques de la oposición dialoguista de la Cámara alta esto no cayó bien y el malestar alcanzó sobre todo a los senadores patagónicos que presionaron por quitar a esas empresas y varios de ellos acompañaron ese capítulo por el cambio que, en rigor, concedió el Gobierno.
Presión por Impuesto a las Ganancias
En uno de los bloques recordaron que la eliminación de Aerolíneas, el Correo y Radio y Televisión Argentina (RTA) de la lista de empresas a privatizar «fue leída por el miembro informante del oficialismo (Bartolomé Abdala) al principio de la sesión, es un cambio que aceptaron a pedido del Senado».
A pesar de ellos, Francos indicó el miércoles que hubo un acuerdo en torno a las modificaciones que se hicieron sobre el régimen especial para grandes inversiones (RIGI) pero no sobre las privatizaciones y agregó: «No tenemos un compromiso de que Diputados no pueda insistir en esos temas, por lo que también le pedimos insistir en las privatizaciones».
El problema para el Gobierno es que los senadores patagónicos de la oposición dialoguista, como el radical Pablo Blanco o la rionegrina Mónica Silva que responde al gobernador Alberto Weretilneck, entre otros, que votaron a favor de ese capítulo precisamente por la eliminación de Aerolíneas Argentinas tienen terminal en la Cámara de Diputados.
En ese marco, en las últimas horas Francos empezó a sondear un acuerdo con sectores de la oposición dialoguista que le permita revertir ese cambio pero que, según deslizó una fuente parlamentaria a iProfesional, podría derivar en un punto intermedio que deje afuera las privatizaciones ya eliminadas en el Senado pero tanto Ganancias como Bienes Personales vuelvan a estar como en la media sanción de Diputados.
Y es que en la Cámara baja ya hay ruido por la discusión sobre Ganancias y Bienes Personales, que es la que más interesa al Gobierno. Ese tema divide principalmente a la UCR, donde no todos los diputados están de acuerdo con revertir los cambios que hizo el Senado en los dos impuestos y tienen, además, un pedido de sus pares de la otra Cámara para respetar las modificaciones hechas.
Este cortocircuito entre el Gobierno y los senadores amenaza con complicar un poco más el debate final sobre la Ley Bases y el proyecto de Medidas Fiscales, en momentos en que la mayor expectativa del oficialismo está puesta en la definición sobre Ganancias y Bienes Personales, lo que ya genera algunas tensiones entre sus aliados.
Por ello el oficialismo explora alguna vía diagonal que le permita sortear obstáculos y llevarse lo máximo posible del debate final sobre la ley insignia de Milei, mientras acuerda un trámite que se espera se resuelva en la misma semana, dado que la Cámara baja no puede introducir nuevas modificaciones y solo tiene que optar entre aprobar los textos que devolvió el Senado o insistir en la versión original que tuvo media sanción el 30 de abril.
En ese marco, la prioridad para el Gobierno es reinsertar en el paquete fiscal el Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría, que fue rechazado por el Senado. Si lo consigue, pasarán a pagar el tributo los trabajadores que ganen más de $1,8 millones de pesos de sueldo bruto, si son solteros, y $2,2 millones si son casados con dos hijos.
Además, la versión original que aprobó Diputados y que el Gobierno quiere recuperar en la sanción definitiva proponía para el Impuesto a las Ganancias una readecuación semestral de los topes a partir de año 2025.
Respecto de Bienes Personales, si el Gobierno logra su objetivo el mínimo no imponible a partir del cual se comenzaría a pagar subiría a $100 millones en lugar de $27 millones como establece la ley vigente y en lugar de la alícuota de 1,75% se pasaría a una progresiva de 0,5% al 1,5%.
Uno de los temas que divide a la oposición dialoguista y sobre todo a la UCR es que la restitución de Ganancias implicará una mayor recaudación, que beneficiará a las provincias vía coparticipación, pero que el cambio en Bienes Personales va en sentido opuesto: con el primero el Estado recaudaría un 0,41% del PBI más y con el segundo perdería un 0,63%.
¿La interna opositora condiciona la puja final del Gobierno por la Ley Bases?
Esto es lo que varios diputados le muestran a sus gobernadores, que presionan por ambos impuestos pero «les importa mucho más Ganancias«, según una fuente del radicalismo consultada por este medio.
A esto se suma que los legisladores que son oposición en sus provincias se muestran reticentes a pagar el costo político de restituir un impuesto que afectará sobre todo a la clase media para beneficiar a los gobernadores que tendrán que enfrentar en las urnas.
En el medio, se cuela la disputa por el cambio en la fórmula de movilidad previsional con aumento de 8% incluido que aprobó el arco opositor de Diputados hace dos semanas y que espera sanción definitiva del Senado, pero que Milei amenaza con vetar. «Tiene un costo de 0,43% y lo quieren voltear, pero pierden más con Bienes Personales, que beneficia a los que más tienen», se quejan.
La discusión solo sobre los impuestos es, así, bastante compleja y si el tema de las privatizaciones desencadena presiones entre senadores y diputados podría volverse más cuesta arriba. El gobierno de Milei por ahora confía en lograr el último triunfo con el apoyo de la mayor parte de la UCR, Hacemos Coalición Federal y otros bloques dialoguistas, por la ayuda que le dieron en el primero.
En aquella sesión, Ganancias se aprobó con 132 votos, Bienes Personales con 142 y privatizaciones con 138. Francos espera que quienes sostuvieron estos temas en el primer debate «lo sostendrán en el segundo», según afirmó.
Con ese argumento defendió la insistencia con la versión anterior de las privatizaciones, pero para el oficialismo aplica también a Ganancias y Bienes Personales. El Gobierno tiene apoyo en la oposición dialoguista y por estos días define si será suficiente para cumplir con todo lo que espera Javier Milei del debate final sobre la Ley Bases.