En junio, la Argentina tuvo una inflación del 4,6%, el valor más alto de todo América Latina. Aunque los precios se desaceleraron fuertemente frente a la suba del 25,5% que llegó a marcar en diciembre, la economía sigue teniendo una dinámica que pocos países en el mundo comparten, una tendencia que se mantiene desde septiembre del año pasado.
Esta tarde, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer que el mes pasado el costo de vida aumentó 4,6%. Registró un ligero rebote de 0,4 puntos en comparación con el 4,2% de mayo, luego de que el Gobierno ajustara las tarifas de electricidad y gas. En lo que va del año, acumuló una inflación del 79,8% y la cifra interanual es del 271,5%, valores casi únicos a nivel global.
En otros momentos de la historia reciente, Venezuela solía liderar el ranking de inflación latinoamericana. Sin embargo, desde el año pasado los precios venezolanos se desaceleraron e inició el camino para salir de la hiperinflación, en un contexto de salarios congelados, tipo de cambio controlado y recesión económica. El mes pasado, la inflación fue del 2,4% mensual y acumuló 18,1% en el primer semestre del año. La tasa anual fue del 68%, menos que la Argentina en seis meses.
“La tasa de inflación doméstica es 2,7 veces mayor que la depreciación nominal del tipo de cambio (en junio disminuyó 0,25%), con lo cual el poder de compra interno del bolívar ha caído en tanto que su poder de compra externo ha aumentado. Ello sugiere que está sucediendo un progresivo y notorio atraso del tipo de cambio real, que se está reflejando en una afectación de la producción local, la cual no puede competir con los bienes importados, abaratados por la política mantener cuasi fijo en tipo de cambio, en un contexto de alta inflación”, explicó un informe del Observatorio Venezolano de Finanzas, entidad que mide el Índice de Precios al Consumidor de manera independiente al gobierno. Para el Banco Central, la inflación fue del 1% mensual y 8,9% acumulado en el año.
Salvo por la Argentina y Venezuela, en el resto de los países de América Latina suelen medir la inflación en términos interanuales, puesto que la variación mensual suele ser menor al 1%. Por ejemplo, en Brasil hubo un aumento de los precios del 0,21% en junio y del 4,23% en los últimos 12 meses.
Del otro lado del Río de la Plata, el costo de vida aumentó 0,36% mensual en Uruguay y acumuló 4,96% en los últimos 12 meses. Mientras que en el vecino Chile, la inflación sorprendió y se redujo un 0,1% frente a mayo. En un año, los precios subieron 4,2%.
Los casos se repiten a lo largo y ancho de Latinoamérica. En Bolivia, los precios subieron 0,54% mensual y 3,8% anual. Mientras que en Colombia, la inflación fue del 0,32% en comparación con mayo y del 7,18% en 12 meses, la tercera cifra más alta de toda la región. En Perú, fue del 0,12% y 2,29%, respectivamente.
Paraguay fue otro caso donde hubo deflación. El mes pasado, los valores se contrajeron 0,4% frente a mayo, aunque en un año subieron 4,3%. La tendencia fue aún más abrupta en Ecuador, ya que el Índice de Precios al Consumidor cayó 0,95% en comparación con el mes anterior. En un año, el costo de vida se encareció 1,18%.
Si se observa el centro del continente, México tuvo una inflación mensual del 0,38% y la interanual fue del 4,98%. El Banco Central de Reserva de El Salvador informó que el índice de precios se ubicó en 0,29% mensual y 1,48% interanual.
Honduras tuvo en el sexto mes del año un aumento de precios del 0,32% frente a mayo y del 4,87% en comparación con junio 2023. En Guatemala, los precios de la economía subieron un 0,16% mensual y acumularon un 3,62% en el último año. En Costa Rica, el costo de vida avanzó 0,14% en un mes, pero en el último año tuvo una deflación acumulada del 0,03%.