Carolina de Mónaco es considerada una de las mujeres más elegantes de la realeza. Sin embargo, su vida amorosa ha sido marcada por el fracaso y la desilusión. Un aspecto que siempre le llamará la atención a la prensa.
El primer matrimonio de Carolina fue con Philippe Junot, un financiero francés 17 años mayor que ella. La relación fue un error desde el principio y terminó en un escándalo cuando el caballero fue fotografiado con su «secretaria» Giannina Facio en el aeropuerto de Estambul.
Después de la debacle con Junot, Carolina conoció al empresario italiano Stefano Casiraghi durante un crucero organizado por un amigo en común. La pareja se comprometió en 1983 y se casó al año siguiente. Durante siete años, fueron el ejemplo de un matrimonio feliz y estable, hasta que el magnate falleció en un accidente en 1990.
En 1999, Carolina se casó con Ernesto de Hannover, príncipe heredero del Reino de Hannover. La relación comenzó como un consuelo después del duelo por la muerte de Casiraghi, pero pronto se convirtió en una pasión. No obstante, comenzaron a tener dificultades y problemas personales, incluyendo la adicción al alcohol y comportamientos violentos por parte de Ernesto.
A pesar de todo, ninguno de los dos ha solicitado formalmente el divorcio, por lo que siguen oficialmente casados. Algunos creen que Carolina de Mónaco no quiere desprenderse del título de princesa de Hannover, mientras que otros piensan que sigue casada para apoyar a su hijastro Ernesto Jr.