Jordan Chiles, la gimnasta estadounidense que junto a Simon Biles le hizo una reverencia a la brasileña Rebeca Andrade, fue bajada de ese podio que dejó una de las imágenes más icónicas de los Juegos Olímpicos de París 2024, agigantando el escándalo que rodeó a la gimnasia artística y que había involucrado incluso a Nadia Comaneci, una de las leyendas de este deporte.
El COI anunció este domingo por la mañana que asignaría el bronce de la final femenina de suelo del pasado lunes a la rumana Ana Barbosu, después de que la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) dijera el sábado por la noche que respetaría la decisión de la corte.
Entonces, el fallo del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) bastó para escribir el último capítulo de este controvertido desenlace en una de las pruebas madre de la gimnasia artística. El bronce para Barbosu devolvió todo a la primera instancia, cuando la rumana había festejado ese último lugar en el podio. Es que al finalizar la competencia tenía su lugar asegurado en el podio con un puntaje de 13.700. detrás de Andrade (14.166) y Biles (14.133). Y lo celebró llena de emoción.
Sin embargo, Chiles, que había terminado quinta con 13.666, presentó un reclamo y obtuvo resultado: el jurado le subió su puntaje a 13.766 y dejó a la Barbosu sin medalla. Esa determinación fue la que permitió la imagen de las dos estadounidenses, de rodillas, reconociendo a la brasileña tras quedarse con el oro. Y la que, minutos antes, llevó a la decepción total de la rumana, que estaba festejando con la bandera de su país y, al enterarse por una de las pantallas gigantes del estadio, se largó a llorar.
Aquella herida abierta comenzará a sanar ahora, cincos días después, luego de que el TAS modificó la decisión de los jueces y le devolvió aquel tercer puesto que consiguió y que luego le arrebataron.
La desazón cayó del lado de Chiles, que deberá devolver una de las dos medallas que obtuvo en París 2024. Tras conocerse la noticia, hizo un posteo en el que reflejó todo su dolor. «Me voy a tomar este tiempo para salir de las redes sociales por mi salud mental. Gracias», escribió la estadounidense.
Las reacciones habían empezado a principio de semana, cuando la campeona olímpica de 1976 Nadia Comaneci -primera en recibir una puntuación completa de 10, expresó su preocupación por la salud mental de Barbosu debido a la situación angustiante.
“No me puedo creer que juguemos así con la salud mental y las emociones de las deportistas (…) protejámoslas”, publicó esta semana Comaneci en su cuenta de X (antes Twitter).
Comaneci también criticó a los jueces por cómo habían puntuado la rutina de Maneca-Voinea. A la gimnasta le descontaron 0,1 puntos por pisar fuera del límite, pero repeticiones que se hicieron virales mostraban que se había mantenido dentro por poco. Comaneci instó al Comité Olímpico Rumano a protestar, cosa que hizo, pero el TAS rechazó esa apelación.
Jazmin Chiles, hermana de Jordan, escribió en Instagram que la quita de la medalla se dio “no porque no fuera lo bastante buena, sino porque los jueces no reconocieron su dificultad y obligaron a hacer una revisión”.
Las compañeras del equipo estadounidense ofrecieron su apoyo a Chiles, que disputó sus segundos juegos. “Te mando mucho amor, Jordan”, dijo la estrella estadounidense Simone Biles en Instagram. “Mantén la cabeza alta, campeona olímpica, te queremos”.
USA Gymnastics dijo en un comunicado el sábado que estaba “devastada” por el fallo. “La revisión sobre el Valor de Dificultad del ejercicio de piso de Jordan Chiles se presentó de buena fe y, creíamos, de acuerdo a las normas de la FIG para asegurar una puntuación fiel”, indicó la federación.