De pronto un basto sector de Yerba Buena se quedó sin agua. Toda la infraestructura estaba en condiciones para que esto no pase y ocurrió.
De pronto luego de una investigación la SAT descubrió cual era el problema. Agua no faltaba, lo que ocurrió fue que un vecino angurriento y desprovisto de una mínima sensibilidad social acaparaba para sus cultivos, sin importarle el daño que cursaba a sus vecinos.
A partir de ese episodio la Justicia investiga a un productor por robo de agua del río Muerto que acopiaba en una laguna artificial para utilizarla como riego en sus campos.
La SAT descubrió que la cisterna de Lomas de Imbaud, uno de los mayores depósitos de agua de ese municipio prácticamente estaba seca. Siguiendo las cañerías instaladas, descubrieron que varios kilómetros después de la toma, se había construido una laguna artificial de unos 10.000 metros cuadrados (es el tamaño de una manzana de un barrio). El lugar, que tenía instalada una casilla que presumiblemente era para un sereno, estaba rodeado de una cerca electrificada.
Luego de identificar al sujeto autor de esto se consultó a los organismos pertinentes si le habían otorgado autorización para que haga esa obra de desvío de agua comunitaria. La respuesta fue negativa. Se desconoce desde cuándo realizaba esta maniobra, pero sería desde hace varios años.
El titular de la SAT Marcelo Caponio, manifestó “Lo más grave es que ni siquiera tienen en cuenta los problemas que generan a la sociedad. Por eso decidimos hacer la denuncia correspondiente y acompañar a la Justicia en el proceso”, añadió molesto.