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Universidades: con un número ajustado, los diputados radicales podrían darle un nuevo triunfo a Milei

El Gobierno nacional recibió el jueves por la noche el texto de la ley de Presupuesto Universitario, aprobada por el Senado de la Nación el pasado 13 de septiembre. El Ejecutivo tiene ahora diez días hábiles para vetarla, de lo contrario se convertirá automáticamente en ley. El plazo vence el 3 de octubre, un día después de la movilización que están organizando las universidades nacionales de todo el país.

“El veto va a ser total”, aseguran en la Casa Rosada cuando se les consulta al respecto. “No nos importa la manifestación”, añaden en referencia a si una marcha similar a la de finales de abril podría influir en la decisión.

En medio de este panorama, y mientras se discute el Presupuesto 2025, que prevé el envío de $3.8 billones a las universidades nacionales, casi la mitad del presupuesto estimado por el Consejo Interuniversitario Nacional, el Congreso de la Nación debate la posibilidad de insistir con la ley, en especial dentro del ámbito radical.

“Si lo vetan, vamos a insistir y que cada uno se haga cargo de lo que vote. Si se dan vuelta en esto, ya no queda nada del radicalismo”, explicó una diputada de la UCR, visiblemente desilusionada y enojada con varios de sus colegas. “Hay una posibilidad de lograrlo, pero aunque no lleguemos, hay que hacerlo igual”, agregó ante la pregunta de si alcanzan con el número de votos.

El pasado 15 de agosto, Diputados dio media sanción a la norma con 143 votos positivos, 77 negativos y una abstención. En esa lista se observa que 35 legisladores estuvieron ausentes, y es en ese grupo donde cada sector buscará los votos necesarios para imponerse. “Hubo muchos ausentes que en principio votarían a favor de la insistencia. Hay que ver cómo vetan y cómo se comportan los radicales”, señaló un diputado de Unión por la Patria.

Entre los que podrían votar a favor de la insistencia, se ausentaron 15 diputados de Unión por la Patria, cinco de Encuentro Federal y tres de la Coalición Cívica. Si todos ellos se presentan, el número de votos para insistir con la ley alcanzaría los 169.

Por el lado del bloque que apoya el veto, hubo cuatro diputados del PRO ausentes, uno de La Libertad Avanza, otro del bloque Independencia (los peronistas tucumanos) y uno de Producción y Trabajo. En total, sumarían 84 votos.

La clave vuelve a estar en la Unión Cívica Radical, que, al igual que en el caso de la ley de movilidad jubilatoria, es el bloque autor del proyecto. El día de la votación, el bloque tuvo cuatro ausencias y una abstención. Entre los ausentes de la UCR están Mariano Campero y Luis Picat, dos de los que cambiaron su voto en la ley de jubilaciones. En el caso del tucumano Campero, parece no haber vuelta atrás: fue el único que asistió al asado en Olivos y llevó un vino para “no caer con las manos vacías”. Por su parte, Picat reiteró que su límite es votar junto al kirchnerismo, lo que confirmaría su pase definitivo al sector que apoya el veto.

El tercero en duda entre los ausentes radicales es el chaqueño Gerardo Cipollini, quien, junto a Roxana Reyes, será investigado por el Tribunal de Ética de la UCR por ausentarse en la votación de la insistencia de la movilidad jubilatoria. El cuarto ausente del radicalismo es el también chaqueño Juan Carlos Polini, quien, si se presenta, votará a favor de la insistencia, dado que considera que los cinco que votaron en contra de la movilidad “no tienen vuelta atrás”.

Finalmente, está la única abstención de ese día, protagonizada por el mendocino Lisandro Nieri, ex ministro de Economía de Mendoza y cercano al gobernador radical Alfredo Cornejo. Es poco probable que cambie su posición respecto a la insistencia.

En este escenario, si los 257 miembros de la Cámara están presentes y se repite el esquema de la votación de la insistencia por jubilaciones, la Unión Cívica Radical podría sumar cuatro votos para mantener el veto, alcanzando 88, mientras que la oposición sumaría 169, lo que representaría otro triunfo legislativo para La Libertad Avanza.

“Uno siempre espera que las personas reflexionen, después cada uno sabrá lo que hace. Lo cierto es que hay muy poca calidad política e institucional, y lo más probable es que ellos –los radicales libertarios– estarán ahí porque es lo que quieren y lo que aspiran. Lo cierto es que si perdemos universidades, perdemos algo que es absolutamente identitario. Muchos de nosotros provenimos de la Franja Morada –la rama universitaria del partido– y vamos a defender a la universidad pública”, concluyó un legislador radical que, en estos días, busca votos para la insistencia.