El gobernador, Osvaldo Jaldo, fue consultado en rueda de prensa sobre el fallecimiento de un condenado en la Comisaría 11. Las declaraciones se dieron en el marco de un acto de entrega de armamento a la Policía de Tucumán.
Al respecto, el primer mandatario provincial indicó que “hoy hay una sobrepoblación de detenidos en las comisarías, que no son edificios para albergar presos; son para que preste función la Policía de Tucumán, realizando diferentes tareas de prevención de seguridad y también atendiendo al público”.
En esa línea, Jaldo recordó que la última cárcel que se construyó en la provincia fue Villa Urquiza para 1.200 detenidos, que “prácticamente está completa”. Por eso, la Provincia impulsó “una política de seguridad, con una política carcelaria”.“hasta fin de año vamos a trasladar 1.000 detenidos a Benjamín Paz y a Delfín Gallo”.
Jaldo adelantó que “hasta fin de año vamos a trasladar 1.000 detenidos a Benjamín Paz y a Delfín Gallo”, donde avanzan las construcciones de un nuevo penal y una alcaidía. “Las comisarías pueden estar en muy buenas condiciones, pero no son para albergar presos. Puede ser detenidos transitoriamente hasta que sean citados por los jueces, pero no condenados o prisión preventiva”, agregó.
“Hemos implementado una política carcelaria después de muchos años, que viene a solucionar definitivamente el problema en la provincia de Tucumán. Y lo estamos haciendo en momentos de crisis, en momentos de escasez financiera y presupuestaria, de restricción de recursos”, concluyó Jaldo.