“Lamento que la ministra Bullrich manipule la verdad y hable de pactos inexistentes, faltándole el respeto al Jefe de Gobierno. El proyecto presentado por el Poder Ejecutivo y el votado hoy en la Legislatura no incluye la obligación de destinar metros cuadrados para viviendas de los encargados. Podemos discrepar, pero no es aceptable mentir”. Con esas palabras, Mauricio Macri irrumpió en la red social X para cruzar directamente a Patricia Bullrich. La discusión detonó por completo la interna del PRO. El mensaje surgió en el medio de un debate que se dio ayer en la Ciudad de Buenos Aires, cuando la Legislatura trató y aprobó el Código Urbanístico porteño. Bullrich acusó al macrismo de haber pactado con el peronismo para incluir en la reforma un artículo que beneficiaba a los encargados de los edificios. Pero el ex presidente salió al cruce y escaló la pelea.
Ayer al mediodía, Bullrich tuiteó para respaldar una publicación del legislador Juan Pablo Arenaza, de su íntima confianza, en la que anunciaba que el bullrichismo iba a rechazar el proyecto de Código Urbanístico en la Legislatura si incluía un artículo que beneficiaba a los porteros. “COHERENCIA POR FAVOR! Bien por Juan Pablo Arenaza, que no acepta los pactos corporativos”, escribió la ministra de Seguridad. El posteo se viralizó en los chats de los legisladores y los políticos porteños. Rápidamente llegó a Mauricio y Jorge Macri. El clima era caótico y la pelea irrefrenable. Néstor Grindetti, jefe de Gabinete de la Ciudad, agarró su celular y llamó de urgencia a diputados del PRO ligados a la ex candidata presidencial. Lo propio hicieron otros operadores políticos del macrismo, que buscaban remediar la situación.
Sobre el final del día, Bullrich salió al cruce de Macri, para responderle el tuit en el que había sido aludida. “Lamento que el expresidente Macri encubra pactos espurios que el diputado Arenaza hizo públicos, y así evitó que se vote. Una cosa es discrepar, otra es querer meter por la ventana regulaciones que van en contra de la libertad de quien emprende”, señaló la ministra y disparó: “Yo no miento, solo revelo lo que pasó. Pero no pudieron, porque el cambio es más fuerte”.
“En mi gestión, de ninguna manera vamos a atentar contra la propiedad privada”, se sumó el Jefe de Gobierno porteño en una publicación que retomó el tuit de Macri contra Bullrich. Quien también se metió en la escaramuza fue Darío Nieto, presidente del bloque del PRO y asesor cercano al ex presidente. “Patricia, eso que mostrás ahí fue una propuesta del peronismo en un borrador de muchísimos que circularon, que NO fue aceptada por el PRO. NO es el proyecto enviado por el Ejecutivo, ni el Dictamen de la Comisión, ni la Ley aprobada en primera lectura hoy”, sostuvo el legislador. “Un mejor código urbanístico para los porteños, sin ningún tipo de agregado de vivienda para encargados”, aguijoneó luego Cristian Ritondo, en sintonía con el macrismo.
La tensión escaló tanto que hubo legisladores que aseguraron que el propio Mauricio Macri intervino para dejar en claro que el Código Urbanístico no iba a incluir ningún artículo en favor de los porteros de edificios. “El PRO no va a votar eso”, le garantizó un legislador del macrismo a una legisladora de un bloque dialoguista.
Fue, por primera vez, un cruce público mano a mano y de forma directa. Su relación política se rompió en diciembre de 2023, por desacuerdos en la conversación con Javier Milei para integrarse al Gobierno libertario. Y se profundizó a partir de abril, cuando el ex presidente tomó el retomó el control del PRO y desplazó al bullrichismo. Sin embargo, anoche las diferencias se extremaron y quedaron evidenciadas en una especie de interna a cielo abierto.
Jorge Macri prometió en campaña que iba a reformar el Código Urbanístico. Se trata de un proyecto que toca múltiples intereses y alcanza a sectores políticos, empresarios y sindicales. Es decir, necesitaba una ley que requería consenso y arduas negociaciones políticas. El PRO tiene apenas 12 diputados sobre 60 bancas de la Legislatura. Para sancionar esta iniciativa, debía reunir 31 votos. Finalmente, el articulado se aprobó con 31 voluntades, pero el camino hasta ese número fue tan complejo que terminó con la ruptura del PRO, la pelea entre Macri y Bullrich y, además, la decisión de Karina Milei para evitar que sus representantes aprueben el Código.
Como el tema esconde de fondo una disputa de poder al interior del PRO -y entre el PRO y Milei-, hubo diversas versiones sobre la discusión que estalló anoche entre Macri y Bullrich. En el bullrichismo aseguran que a última hora del miércoles, el oficialismo, en un presunto pacto con el peronismo, un artículo que disponía que los edificios debían tener obligatoriamente una vivienda para los encargados. Se trata de un asunto que había sido derogado en 2018, a instancias del macrismo.
Cabe señalar que uno de los referentes del peronismo porteño es Víctor Santa María, empresario de medios y titular del Sindicato Único de Encargados y Ayudantes de Casas de Renta (Suterh). Por eso, en el bullrichismo deslizaron que Jorge Macri había avanzado en un acuerdo con el PJ para obtener respaldo al Código Urbanístico a cambio de adicionar el artículo en beneficio de los encargados de edificios. A primera hora del jueves, Graciela Ocaña, legisladora de Confianza Pública, salió a denunciar el tema por redes sociales. La dirigente señaló que se había modificado el dictamen para sumar ese punto. Luego se incorporó Arenaza, con aval de Bullrich, y la discusión estalló.
En el bullrichismo argumentan que, en verdad, hubo una ruptura entre Jorge Macri y el bloque libertario de tres legisladores que responde a Karina Milei, presidido por Pilar Ramírez. Por la fragmentación política de la Legislatura, el alcalde requiere del apoyo de esa bancada, así como también de los tres diputados del riñón de Bullrich. En el macrismo, en tanto, explicaron que Ramírez se habría contactado con el PRO para exigir que la Ciudad adhiera a la Ley de Blanqueo y al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones. “Pero además, nos pidió que le demos a su bancada el nombre La Libertad Avanza”, aseguraron en el oficialismo porteño.
Ese último punto responde a las diferencias entre los libertarios. A principios de año, hubo una discusión en La Libertad Avanza para dirimir quién presidiría el bloque en la Legislatura. Ramiro Marra, hoy distanciado de Karina Milei, pretendía seguir ejerciendo ese rol. La secretaria General de la Presidencia impulsaba a Pilar Ramírez, legisladora de su confianza. Ante la falta de acuerdos, le hermana del Jefe de Estado decidió que sus tres diputados hicieran un bloque aparte del de Marra.
El problema fue que Marra se quedó para su bancada con el nombre La Libertad Avanza. Ramírez insistió a Jorge Macri, a Darío Nieto y al presidente de la Legislatura, Matías López, para que intercedan y le den ese nombre a su bloque. Incluso, se mencionó que la propia Karina Milei intervino para reforzar el pedido.