Con actos divididos y a 48 horas del cierre de listas para las elecciones de autoridades en el Partido Justicialista nacional, el gobernador bonaerense Axel Kicillof encabeza el acto más grande por el Día de la Lealtad peronista, sin la presencia de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que busca liderar al movimiento que fundó Juan Domingo Perón pero todavía tiene resistencias. «Este desastre de Milei no dura para siempre», aseguró el gobernador bonaerense y mencionó a Cristina Kirchner como perseguida judicial.
«¡Qué emoción! ¡Qué cantidad de compañeros y compañeras!, qué cantidad de gente y sobre todo cuánta alegría. Este encuentro deja claro que no nos van a tobar la alegría. Festejamos estar juntos, la pelea que estamos dando, la certeza y convicción que este desastre de Milei no dura para siempre«, remarcó Kicillof rodeado de dirigentes arriba del escenario.
Entre cánticos contra Milei, Kicillof remarcó: «Quiero agradecer a cada uno de ustedes, a los compañeros del movimiento obrero, los sindicatos, nuestros compañeros. Quiero agradecer a los intendentes que por decenas se han corrido a acompañarnos, a las organizaciones sociales y populares, a los estudiantes, a los jubilados, a los Madres y Abuelas de Plaza de Mayo».
Bajo el lema «Lealtad al pueblo, la patria no se vende», Kicillof estuvo rodeado de dirigentes y flanqueado por la vicegobernadora Verónica Magario y el intendente de Berisso, Fabián Cagliardi que le dijo: «Amigo, te tenés que hacer cargo de la Argentina».
«Conmemoramos muchas cosas, pero recuperamos un 17 de octubre la democracia en la Argentina, a través de una inmensa movilización que salió de acá, del kilómetro cero del peronismo. Estaba el entonces Coronel Perón preso, encerrado, apartado. Había que dar vuelta esa situación de proscripción, de persecución y fueron miles, millones de compañeros que dieron vuelta la historia e hicieron nacer en la Argentina un nuevo país, un país con igualdad y eso nace en este kilómetro cero del peronismo», sostuvo Kicillof.
Por otro lado, destacó a la primera sindicalista mujer y se comparó con Milei que cerró el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada. «Podemos hablar mucho sobre esos episodios, pero quiero aprovechar para homenajear y traer a la memoria a María Roldán, primera mujer sindicalista de Latinoamérica que lideró una pueblada que surge de los frigoríficos», remarcó Kicillof y criticó a su antecesora, María Eugenia Vidal «por gobernar a control remoto desde Buenos Aires».
«Volverá al Gobierno el peronismo«, se envalentonó el gobernador bonaerense. «Si alguno piensa que vinimos acá solo para recordar el pasado, se equivoca. Estamos acá para escribir el futuro, para convocar a todos a organizar la solidaridad, a construir el futuro guiados por las tres banderas: la soberanía política, la independencia económica, y escuche Milei, la justicia social», remarcó Axel Kicillof en un discurso que tenía escrito en un atril.
En un pasaje de su discurso, Kicillof defendió a Cristina Kirchner: «En pocos días, un tribunal de la vergüenza en Comodoro Py, con causa inventada y trucha, va a querer hacerle creer a alguien que Cristina es culpable en la causa Vialidad, ¡es mentira! Quiero comprometernos: ¿Basta de persecución, basta de proscripciones!», gritó el gobernador.
En otro guiño, Kicillof Lanzó: «En este Siglo XXI, fueron Néstor y Cristina los que devolvieron al peronismo su fuerza transformadora, esa que nació con Perón y Evita y se hizo como siempre dándole protagonismo a las masas populares».
«Y llevando adelante nuestros principios y demostrando que si la libertad en algún momento avanza es solo cuando va de la mano de la igualdad y la justicia social. Sin justicia social la única libertad que avanza es la de los ricos, los millonarios, las empresas extranjeras, la timba financiera», chicaneó Kicillof al partido de Milei.
Al defender la educación pública, el gobernador bonaerense remarcó que nació en el kilómetro cero y en 1949 la proclamó Perón: «Me imagino a un garca, como le duele que nuestros pibes tengan iguales derechos«.
En Berisso, Kicillof destacó varias veces el «kilómetro cero» del peronismo, en un 17 de octubre diferente. El gobernador de Buenos Aires llegó a la cita apurado por el kirchnerismo duro para que defina su apoyo a Cristina Kirchner de cara a la elección interna frente al desafío del mandatario de La Rioja, Ricardo Quintela, que no fue a Berisso para no presionar a Kicillof.
El cierre de listas es el sábado y la tensión crece tras un operativo clamor a favor de la expresidenta que no fue masivo dentro del peronismo como solía serlo. Cristina Kirchner se apoya en La Cámpora y, a diferencia de otros años, fueron pocos los intendentes que salieron a respaldar su postulación para presidir el PJ. Su hijo, el diputado nacional Máximo Kirchner, que conduce hasta fines del año que viene el PJ bonaerense, tampoco está en Berisso.
Sobre el escenario estaban, además de Gagliardi, intendentes como Gastón Granados (Ezeiza), que se expresó a favor de la candidatura al PJ de Cristina Kirchner, Andrés Watson (Florencio Varela), Juan José Mussi (Berazategui), Mario Secco (Ensenada), Julio Alak (La Plata), Lucas Ghi (Morón), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Federico Achaval (Pilar). También el histórico kirchnerista Carlos Kunkel, dirigentes como Alberto Descalzo, Julio Pereyra, y muchos sindicalistas y ministros del gabinete de Kicillof, así como el expiloto de TC y exdiputado provincial Marcos Di Palma. Se lo vio también a Pablo Moyano.
Además, el peronismo tiene al menos otros dos actos por el Día de la Lealtad. Uno de ellos es en la Federación Argentina de Box, en el barrio de Almagro, con organización del PJ porteño y del senador camporista Mariano Recalde. El otro lo lidera el exsecretario de Comercio Guillermo Moreno, en la plaza Juan Domingo Perón, en Monserrat.