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Según el Banco Mundial, la pobreza crecerá 4 puntos en 2024, pese al aumento de la AUH

Por la inflación, la caída de la actividad y los desequilibrios económicos, la pobreza en Argentina se incrementará del 13% en 2023 al 17% en 2024, un alza de 4 puntos porcentuales, según la medición que realiza con su metodología el Banco Mundial. La proyección fue elaborada a partir de la medición con la línea de pobreza internacional de US$ 6,85 por día (paridad de poder adquisitivo del 2017), un estándar que resulta más bajo que la línea de pobreza usada para la medición oficial en Argentina.

«A diferencia de los países de la región, Argentina es el único que muestra aumento de pobreza entre 2012 y 2022. Al iniciar el periodo los niveles son relativamente bajos, pero armonizados para 2023 fue del 13% y del 17% en 2024 en función de la línea internacional de pobreza, que equivale más a la línea de indigencia», explicó Lourdes Rodríguez Chamussy, economista senior del Banco Mundial.

Según el INDEC, la pobreza afectó al 52,9% de las personas en el primer semestre de 2024, un salto de 11 puntos respecto al segundo semestre de 2023. Y la indigencia llegó al 18,1%.

Esto se dio a pesar de que el beneficio promedio de la AUH como proporción del costo de la canasta alimentaria aumentó desde el 35 al 60% desde fines del año pasado y como proporción de la canasta básica total se incrementó del 18 a casi el 30%, según cálculos del Banco Mundial con base en datos de ANSeS e INDEC.

El incremento de la pobreza está en línea con la proyección que dio a conocer el organismo la semana pasada sobre el crecimiento de la Argentina en 2024. Según el organismo, se espera una caída del 3,5% del PBI, la más pronunciada en la región después de Haití (4,2% del PBI).

El Banco Mundial compartió su estimación de pobreza este jueves en el marco de su diagnóstico titulado Las Trampas de la Pobreza en Argentina” que analiza las tendencias de la pobreza en Argentina y sus determinantes entre 2013 y 2023. «Argentina se pasó un tercio del tiempo decreciendo, ningún país pasó tanto tiempo así», explicó Chamussy, la autora del informe.

Por otra parte, el aumento de los precios de los alimentos frecuentemente superaron a la inflación general, afectando a los sectores más vulnerables. Mientras el primer indicador pasó del 25% en enero de 2018 al 287% en abril de 2024, los alimentos subieron más rápido desde abril de 2023 y llegaron a casi el 300% a principios de 2024. «La inflación es un gran impulsor de la pobreza«, señaló el informe.

«Argentina en 2024 va a presentar dos tendencias contrapuestas con relación a sus números de pobreza. Por un lado, y producto de la necesidad de acomodar las variables macroeconómicas, se dio un alza de la pobreza en los primeros meses del año llegando al 53% en el primer semestre. Por otro lado, las estimaciones en base a datos agregados muestran que esta tendencia se está revirtiendo a partir de la baja en la inflación y la incipiente recuperación de los salarios reales”, explicó Chamussy, la autora del informe.

Según el estudio, la economía presenta una pobreza persistente y con una tendencia creciente en los últimos años, a pesar del aumento en recursos para mitigarla. “Argentina presenta el paradójico caso de una persistencia de la pobreza aun cuando cuenta con buenos programas y políticas públicas orientados a reducirla”, sostuvo Chamussy.

De acuerdo con el reporte, la pobreza -medida con la metodología nacional- ha estado siempre por encima del 25 % de la población urbana en las últimas cuatro décadas. «Este patrón se da en un contexto en el que el gasto público se multiplicó 2,6 veces, alcanzando los niveles más altos entre países en la categoría de ingresos medios y medio-altos», indicó el Banco Mundial.

«Entre 2016 y 2023, el periodo más reciente con información comparable, el ingreso real medio per cápita se redujo en 41%. Los ingresos laborales se han reducido en importancia pasando de contribuir 64 % del ingreso total del decil más pobre en 2016, al 58 % en 2023. En cambio, las transferencias públicas pasaron de representar el 19 % del total de ingresos del hogar entre los más pobres en 2016 a representar un 27 % en 2023″, indicó la entidad.

No obstante, Chamussy advirtió que «la indigencia sería 30% más alta sin la AUH«.

El informe destaca que la contracción de los ingresos laborales explica el 60 % del aumento en la tasa de pobreza entre 2016 y 2023. «El ingreso laboral es el componente más importante de los ingresos de los hogares para todos los grupos de población, sin embargo, entre los segmentos bajos y medios proviene mayoritariamente de fuentes vulnerables, como el empleo informal o por cuenta propia».

Otras de las «trampas», según el Banco Mundial, es la desigualdad generacional y regional, por la cual la pobreza es más alta entre los niños y adolescentes y el gasto en transferencias no contributivas dirigidas a personas mayores es 3 veces mayor al dirigido a niños y adolescentes.

El tercer factor es la informalidad laboral, por la cual gran parte de la población trabaja sin contratos ni beneficios sociales, precarios y mal remunerados. «Para los más pobres, el ingreso laboral pasó de contribuir 64% del ingreso total en 2016 a 58% en 2023», señaló el informe.

Y por último, señala como un determinante de la pobreza el impacto del cambio climático: «Los eventos climáticos extremos, como sequías e inundaciones, afectan desproporcionadamente a las poblaciones más vulnerables», concluyó.