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«Milei no salió de un huevo, hay una responsabilidad del peronismo»

En el marco de la interna por la conducción del PJ, el ensayista Alejandro Horowicz sostuvo que los líderes políticos están atrapados en una lógica de personalismos y lealtades individuales, algo más propio «de la mafia» que de los partidos políticos, en los que la lealtad debería ser «hacia un programa». Esto, según Horowicz, refuerza la idea de que son “casta”, y no parecen dar cuenta de que la aparición de una figura outsider como Javier Milei «los pone en valor». “Solamente un fracaso generalizado de la política como actividad arroja a Milei como resultado”, manifestó.

La idea de que el debate de la interna del Partido Justicialista sea la agenda de la política, de una política catastrófica que no tiene agenda, donde Milei pone la agenda, es una pésima idea, vacía y hueca. Es una idea que está obviando, ni más ni menos, el debate general que la sociedad requiere y el balance crítico de lo que estuvo y está sucediendo, y la responsabilidad política que los dirigentes tienen de lo que está sucediendo, ¿o alguien cree que Milei salió de un huevo?

La idea de que discutir política es discutir la lista de candidatos es el vaciamiento más formidable de la política, porque decidir el nombre de lo que ya está decidido se parece bastante poco a la democracia. Es simplemente lo que queda de la cáscara vacía de la democracia de esta clase de práctica política, por eso Milei.

Cuando el doctor Freud nos explica, primero, que conocer los motivos de alguien es bastante complejo y, segundo, que cuando uno habla de los motivos del otro, habla más de los propios que de los del otro. En consecuencia, lo que yo puedo decir es que la idea de que este es un debate político que interesa a la sociedad, de que este es el modo de saldar políticamente una situación, es una idea profundamente equivocada, de espaldas a la sociedad, y que refuerza la idea de casta, que es el balance que la sociedad tiene de sus direcciones políticas.

Cuando mirás cuáles son los, entre comillas, personajes centrales de la política en relación a las fuerzas partidarias, ves un conjunto de gente que fracasó en la gestión política. No hay ninguna clase de duda de que solamente un fracaso generalizado de la política como actividad arroja a Milei como resultado.

La idea de que políticas y fuerzas políticas más que centenarias pueden ser corridas de lugar por un outsider que, básicamente, no tiene más que el nivel de un stand-up de mala calidad, cuando alguien así, de este nivel, logra correr a los otros, los pone en valor, y que los que están puestos en valor crean que siguen siendo el centro de la cuestión… Lo son siempre y cuando el centro no sea parte del proceso de descomposición.

Kicillof entiende que tiene problemas más delicados que la interna, pero al mismo tiempo está obligado, porque fíjense los términos: ¿La política es un problema de lealtades personales o lealtades políticas? Confundir una cosa con la otra es no diferenciar la mafia de un programa. Las lealtades personales y estrictamente personales son de la mafia. Cuando uno habla de lealtad política, habla de lealtad a un programa político y a llevarlo a cabo, es otra cosa. ¿Cuál es el programa al que hay que ser leal o desleal? ¿Existe?

Lo que uno ve, cuando uno mira los numeritos, son claramente fuerzas políticas que se están distanciando ampliamente de la sociedad. Cuando uno mira el resultado electoral de la fórmula de los Fernández en el 2019 y lo compara con el resultado electoral de Macri en el 2015, uno ve que los Fernández sacan 55 mil votos menos que Macri en el 2015, con dos millones de votantes más. Entonces, estamos viendo fuerzas políticas estancadas y en retroceso, y lo que vemos es cómo cada una de las otras va perdiendo su propio sustento social. Así lo perdieron el radicalismo, el peronismo, y el PRO.

En consecuencia, el espacio que queda libre es el espacio que ocupa Milei, que está perdiendo lo mismo, de la misma manera, porque Milei es el garante de la casta. Cuando uno mira el modo en que Milei hace política, es el modo en que la casta hace política. Cuando uno mira el modo en que Milei construye un partido, es el modo en que la casta construye partidos. Instituciones vacías, huecas, donde no se discute absolutamente nada, y donde dirigir es simplemente el poder de la lapicera y los cargos. 

O la política argentina se entera de que eso no es política, y que una sociedad en crisis catastrófica no puede enfrentarla en estos términos, o la dirigencia política no es la solución, sino parte del problema.