Javier Milei hace gala de todos los recortes que hizo en el Estado a lo largo del año y cómo avanzó el plan motosierra. Pero evita mencionar que su gobierno ya gastó $ 613.416 millones en transferencias no automáticas para las provincias, en su mayoría de correcta relación con la Casa Rosada y mientras ingresa en la recta final en la discusión por el Presupuesto 2025.
La lógica del látigo y la billetera no fue desconocida por la administración libertaria, que sobre todo en los últimos meses necesitó de los legisladores que responden a ciertos gobernadores para superar distintos obstáculos en el Congreso, como confirmar el blindaje de los vetos presidenciales a los proyectos de ley de financiamiento universitario y de movilidad jubilatoria. Fueron dos iniciativas que pegaron de lleno en la imagen del jefe de Estado.
Milei no lo expresó abiertamente, ya que se dedicó a criticar a los “degenerados fiscales” que avalaron las propuestas. Pero sintió los golpes parlamentarios en carne propia y en el caso de los gobernadores dialoguistas les agradeció de dos maneras. En principio, los invitó a un asado en Olivos el 18 de octubre, en el que participaron Gustavo Sáenz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Hugo Passalacqua (Misiones). Y también devolvió el gesto con fondos que fueron apareciendo en las arcas de dichas provincias a través de programas particulares que el Estado maneja de forma discrecional, mediante transferencias no automáticas.
De acuerdo a datos oficiales a septiembre de 2024, Tucumán consiguió por parte del Estado $ 113 millones en concepto de un programa que se llama Desarrollo de la Infraestructura Hidraúlica. Catamarca también, con $ 493 millones y Misiones $ 636 millones. Mientras que Salta obtuvo un poco más, $ 1.842 millones. También consiguieron dinero por Políticas Alimentarias, un ítem en el cual hay pocos distritos beneficiados, solamente seis, y con un Ministerio de Capital Humano que directamente no continuó con el envío de alimentos a comedores y merenderos.
En esa nómina, aparece la provincia de Jalil, con $ 32 millones, la de Sáenz, con $ 1.931 millones, Misiones $ 78 millones, la de Jaldo con $ 11 millones, Entre Ríos, gestionada por Riogelio Frigerio del PRO que recibió $ 42 millones, y Chaco, del radical Leandro Zdero, que logró la cifra más onerosa de todas, $ 4.757 millones. Tanto Frigerio como Zdero se mueven en tándem junto a otros gobernadores de Juntos por el Cambio y suelen tener reclamos hacia los interlocutores de LLA, relacionados básicamente a las cajas jubilatorias y obras públicas que el Gobierno en muchas ocasiones prometió y no cumplió.
La Oficina de Presupuesto del Congreso muestra, en un documento al que tuvo acceso PERFIL, que hay otro programa en el cual hay muy pocas provincias afortunadas. Se trata de Construcciones de Obras Viales fuera de la Red Vial Nacional. Corrientes, que gestiona el radical Gustavo Valdés, de sintonía con el oficialismo, se llevó en lo que va del año $ 554 millones por ese ítem. Tucumán también está en la selecta lista con $ 486 millones, al igual que Misiones, con $ 52 millones. Solo desentona La Rioja, al mando del peronista y opositor Ricardo Quintela, con $ 14 millones.
También, hay otro apartado en el cual se ve a las claras cómo decide manejar el oficialismo ciertos fondos. En el ítem Asistencia Técnico Financiero y Desarrollo de Infraestructura para el Saneamiento, Córdoba que comanda Martín Llaryora, un distrito con un electorado muy afín a las ideas libertarias, pero con un mandatario que supo pegarle a Milei por el manejo del conflicto universitario, consiguió $ 6.908 millones con ese programa. Formosa, de Gildo Insfrán, un dirigente del PJ refractario a la Casa Rosada, embolsó $ 1.488 millones y después aparecen varias provincias dialoguistas, como Santa Fe ($ 955 millones), San Luis ($ 928 millones), Corrientes ($ 561 millones), Tucumán ($ 514 millones), Neuquén ($ 174 millones) y Catamarca ($ 93 millones).
Otro número para destacar mientras el Gobierno comenzó la ronda de conversaciones con algunos mandatarios provinciales por el Presupuesto 2025 y apuesta a establecer un régimen de reparación para analizar deudas, con la posibilidad de canjear obligaciones con distritos por tierras y/o empresas públicas. Las transferencias no automáticas crecieron en un 145% en solo un trimestre. En junio, eran de $ 249.862 millones y saltaron a $ 613.416 millones a septiembre, lo que refleja claramente las intenciones del oficialismo por alcanzar algún tipo de consenso.
De todos modos, el número final del noveno mes del año tuvo una contracción real del 84,4% en relación al mismo período del año pasado. Los distritos que más plata lograron a través de transferencias no automáticas son dos de los más poblados del país, según da cuenta una voz de Hacienda que resalta que hay programas que siguen siendo respaldados por el Estado nacional, como Gestión Educativa, que posee asignaciones dedicadas a comedores escolares, por ejemplo.
Figura la Ciudad de Buenos Aires con $ 202.538 millones y luego le sigue la provincia de Buenos Aires, con $ 153.393 millones, con una aclaración para nada menor. El distrito que comanda Axel Kicillof concentra la mayor cantidad de habitantes de la Argentina y aporta el 35% del PBI. No obstante, sus transferencias automáticas fueron ajustadas en términos reales en un 90% en relación al mismo período de 2023, ocupando el puesto dos en un podio que comparte con La Pampa (que sufrió una poda del 94,4%) y La Rioja (97,3%). Las tres provincias de signo peronista y con oposición férrea a Milei.
En relación a fondos recibidos, el registro contiene a Chaco con $ 24.473 millones, Córdoba con $ 22.113 millones, Misiones con $ 18.840 millones y Mendoza con $ 18.374 millones. Y las que menos obtuvieron son provincias totalmente refractarias a LLA: La Rioja, que suma $3.936 millones, Tierra del Fuego de Gustavo Mellela con $ 3.212 millones y completa en la última posición La Pampa con $ 2.683 millones.
Javier Milei se encargó de alimentar vía redes sociales la posibilidad de desviar fondos dedicados al financiamiento de partidos políticos para otorgárselos a las universidades. El jefe de Estado se dedicó a republicar posteos en torno al tema, pese a que todavía no existen acuerdos con el PRO, con tensiones evidentes.
Así lo reconoce una de las espadas parlamentarias de La Libertad Avanza que esta semana mantuvo reuniones con la cúpula del oficialismo, para ver de qué manera se puede destrabar la cuestión: “Hubo mucho malestar en el PRO con nuestra idea, por eso no podemos avanzar, pero la realidad es que de algún lado tiene que salir la plata para las universidades que muchos piden”, expresó el legislador sobre el escenario que se dio. Además, se volvió a hablar de eliminar las elecciones primarias obligatorias, una propuesta que tampoco reúne consenso en la fuerza amarilla.
Cabe destacar que iba a existir un anuncio por parte del oficialismo en la Cámara de Diputados el último miércoles a las 17.30 con distintas autoridades legislativas para cambiar la ley de Financiamiento de los Partidos Políticos, la 26.215, pero la falta de entendimiento con el espacio que tiene como referente a Mauricio Macri llevó a recalcular planes.
En LLA, incluso analizaban impulsar el proyecto para tratarlo en el corto plazo, a través del presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, José Luis Espert. Y a partir de ahí acelerar el tratamiento del proyecto presupuestario en Diputados antes de fin de mes.