El ex gobernador poderoso de Tucumán José Alperovich, pasa sus jornadas en una celda en el pabellón de violadores junto a otros 25 presos en el Penal de Ezeiza. Y seguirá en esa situación ya que la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional rechazó, nuevamente, un planteo de los defensores del condenado para que le otorgaran el beneficio de la prisión domiciliaria.
Recordemos que Alperovich fue condenado tras la denuncia de una ex colaboradora, sobrina segunda, que afirmó que fue víctima de abusos en nueve ocasiones entre finales de 2017 y principios de 2018.

En una presentación, sorprendente por la inocencia o sospechada de picardía los hijos del ex gobernador se ofrecieron como fiadores y prometieron turnarse para estar todos los días con su padre en los departamentos que posee la familia en Puerto Madero. Ramos padilla, el juez que condenó a por violación al ex mandamás tucumano destacó que la totalidad de las alegaciones formuladas se basaban en la gran fortuna de Alperovich y su grupo familiar en virtud de que el ofrecimiento de cautelas personales o cualquier otro tipo de fianza de terceros “son opciones no previstas en nuestro ordenamiento y basadas únicamente en un factor económico” al que denominó “exhibición de poder”. En esa misma dirección, agregó que “esa circunstancia reafirma la creencia de aquél, de que con dinero se puede estar por encima de las obligaciones legales que pesan sobre cualquier ciudadano, en clara violación a lo dispuesto por el art. 16 de la CN que consagra la igualdad, sin admitir prerrogativas de ningún tipo que se transformen en fueros personales”.
Las razones de salud que aducen para pedir el encierro domiciliario no funciona porque Alperovich recibe la atención médica del Estado, como cualquier preso que tiene algunos problemas de salud, pero además, lo atienden médicos privados. Atención no le falta queda claro.
Los hijos del ex gobernador crearon un canal de Youtube, @CasoAlperovich, donde dan argumentos subjetivos sobre el fallo y sus distintas instancias y desacreditan las pruebas que el juez Juan María Ramos Padilla tuvo en cuenta para condenarlo por violación al ex gobernador. Flaco favor le hacen al condenado, desacreditando sistemática y públicamente al juez, a la Justicia y a la denunciante.