Próspero Marcelo Sosa, propietario del barrio privado Las Pirámides, ubicado dentro del sector sur del parque Sierra de San Javier, de propiedad de la UNT mañana enfrentará una causa judicial en la Justicia Federal.
El juicio se le inició por desobediencia de una orden judicial, que le había ordenado que se abstenga de seguir construyendo, talando árboles o abriendo caminos en el predio, considerado zona roja ambiental. Pero él decidió hacerle caso omiso y siguió adelante impunemente.
Las Pirámides se encuentra en el kilómetro 28 de la ruta 338, cerca del límite con Villa Nougués.
Ese sector fue antes de la familia Paz Posse pero en 1948 fue parte de la gran expropiación de 18.000 hectáreas que hizo la Nación para luego dárselas a la UNT par que construya la ciudad universitaria.
Sosa había sido denunciado por la UNT pero esa causa prescribió por el paso del tiempo. Luego no se amedrentó y loteó y ofreció terrenos por internet. Para 2010 ya había algunas casas y en la actualidad hay unas 70 construcciones.
La casa de altos estudios lo volvió a denunciar por daño ambiental y la Justicia le dictó una orden de no seguir construyendo ni talando árboles y para 2023 se comprobó que el barrio había seguido creciendo y se le inició la causa por desobediencia, que es la que llega ahora a juicio oral,
Si la Justicia Federal lo encuentra culpable no irá a prisión por ser penas bajas las contempladas para ese delito, pero dejará un precedente para luego buscar su desalojo.
Por otra parte, derivada de la causa de desobediencia a la Justicia, el fiscal federal Agustín Chit inició otra investigación por presunta usurpación y daño ambiental, y en ese marco se hizo un operativo con Gendarmería y se comenzó a hacer un registro de la cantidad de gente que vive en el barrio -unas 56 familias- y se hizo un relevamiento con un dron de la UNT en el que se descubrió que había unas 70 viviendas erigidas.
El denunciado Sosa sostiene que tras haber sido sobreseído en la causa por usurpación, está amparado por haber vivido siempre en ese lugar.
El barrio, no obstante, está bajo presión: no se reciben adecuadamente los servicios -la comuna de San Javier les provee agua con un camión cisterna-; tienen un medidor de luz comunitario y hace tres meses, por convenio con la UNT, las empresas EDET y SAT, junto con el Ersept, se comprometieron a no habilitar nuevas líneas de energía y agua.
Mañana a las 9 hs comenzarán las audiencias donde se determinará el final de un conflicto dañoso no solo para la UNT sino también para todos los vecinos de la provincia.