Su situación era insostenible. Nada razonable explica por qué el delegado comunal de El Mollar seguía en su cargo siendo el responsable de cuidar el territorio que administraba. Además, cobró tasas y servicio de agua a personas que tenía parcelas en lo que era la reserva. Un dislate pocas veces visto.
Ahora el gobernador de la provincia tomó una decisión necesaria, decidió apartarlo a Jorge Cruz, hasta que se esclarezca judicialmente el caso. Aunque todo está claro como el agua, fue parte de la maniobras, ya que sin su consentimiento nada de lo que ocurrió hubiese sido posible.
Osvaldo Jaldo, regresó de Buenos Aires después de haberse reunido con el ministro de Economía Luis Caputo, para insistir en las obras públicas que la Nación se comprometió a financiar, y asumió que no podía sostener en el cargo a Cruz.
Hasta tanto se resuelva el caso, el subdelegado Ramón Pacífico Ávila, asumirá interinamente la dirección de la comuna de El Mollar. Será puesto en funciones mañana a primera hora por el ministro del Interior, Darío Monteros.
Jaldo volvió a prometer que la investigación y las penalidades que correspondan le van a caer a quienes fueron parte de esta historia antijurídica. Fue un ataque a las normas, la institucionalidad y a la biodiversidad.
El Decreto de Necesidad y Urgencia N°2/10 será publicado mañana en el Boletín Oficial y se comenzará a cerrar un ciclo. La enseñanza es que esto no se puede volver a repetir. No se puede disponer de lo ajeno ni menos aún si es del Estado, de manera deliberada. Es un acto propio de las sociedades premodernas, regidas por la fuerza, donde no había normas. Actos como estos dañan la institucionalidad y la legitimidad del poder, que existe para que esto no ocurra.
