Una pena de quince años de prisión y el pago de una multa de $50 millones pidió el fiscal contra Mario Segovia, más conocido como “el Rey de la Efedrina”, por liderar una asociación ilícita, que dirigió desde la cárcel federal de Ezeiza, que le ofrecía armas y explosivos a famosas bandas narcocriminales de Rosario. Otro de los casos policiales más impactantes de la jornada.
La acusación del Ministerio Público Fiscal imputó a Mario Segovia por el delito de liderar una asociación ilícita, y a otros cuatro personas por ser miembros. Además, se los acusa de ser coautores de contrabando de importación de un fusil semiautomático, sin marca ni numeración, calibre 5,56 milímetros del tipo m4; tenencia de armas de fuego y materiales explosivos; como también la fabricación ilegal de armas de fuego de manera habitual.
En ese marco, el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), Diego Iglesias, pidió en la tarde del miércoles al Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de La Plata que condene a Segovia de 50 años, por la importación de partes de armas de gran poder de fuego y de explosivos, que eran vendidos a conocidas bandas narcocriminales que operan en Rosario, tales como la de Ariel “Guille” Cantero, líder de Los Monos y Esteban Lindor Alvarado.
También solicitó la imposición de pena a otros cuatro acusados: 10 años de prisión y una multa de $50 millones para el ex policía de la provincia de Santa Fe, Hernán Jesús Segovia, hermano de “el Rey de la Efedrina”.
También 10 años de cárcel y una multa de $30 millones para Gonzalo Rodrigo Ortega, cuñado de Mario. Cinco años y 6 meses de prisión, junto con una multa de $20 millones para Matías Segovia, hijo del principal acusado.
Por último, cinco años de prisión y multa de $10 millones para Ezequiel Hernán Bergara, a quien el fiscal acusó de colaborar con el clan familiar desde un lugar de menor responsabilidad.
Al “el Rey de la Efedrina” y a su hijo se les sumó la acusación como autor y coautor, respectivamente, del delito de acceso sin autorización a correos electrónicos de una agencia estatal a través del hackeo de las cuentas de correo electrónico de dos docentes de la provincia de Formosa, lo que les permitió relacionarse con empresas extranjeras que comercializan armas y explosivos.
“De acuerdo con la acusación formulada, la asociación ilícita funcionó al menos entre septiembre de 2016 y julio de 2021, cuando se realizaron los allanamientos que derivaron en la detención de los cuatro integrantes que operaban en libertad bajo las órdenes emitidas intramuros por Mario Segovia, quien cumple una pena a 17 años y 6 meses de prisión, la cual vence en mayo del año que viene, por tráfico internacional de efedrina y psedoefedrina”, expone el escrito del MPF.
La fiscalía indicó que en septiembre de 2016 se secuestró en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi en la Ciudad de Luque de la República del Paraguay, una encomienda que provenía de Canadá y que contenía dispositivos para la fabricación de explosivos improvisados ocultos en un sobre, una carpeta y un libro. Esta encomienda, previamente había pasado por el Aeropuerto de Ezeiza.
Iglesias sumó que la investigación, que se llevó a cabo tanto en Paraguay como en Argentina, determinó que “el remitente de la encomienda era la empresa canadiense Securesearch INC y que la compra había sido realizada a través del uso de dos casillas de correo electrónico del dominio @formosa.gov.ar, que pertenecían a dos docentes de esa provincia”.
El plan, “era que el destinatario del paquete en Paraguay se lo diera a una azafata de una empresa de colectivos, quien lo ingresaría a nuestro país y se lo entregaría a uno de los visitantes frecuentes de Mario Segovia en el penal de Ezeiza”.
Al detectar que Segovia lideraba todo desde la cárcel, se decidió que la investigación se centre en quiénes utilizaban los correos electrónicos. Con la colaboración del gobierno de Formosa, se verificaron las IP desde donde se conectaba la banda, por lo que la Policía Federal intervino los correos.
Segovia contaba con la ayuda de su hijo Matías y su cuñado Gonzalo Ortega, con quienes se comunicaba por carta.
El 13 de julio del 2021 se hizo un allanamiento en la casa de Segovia situada en el barrio Fisherton. Encontraron cuatro estuches vacíos -uno doble- de fusiles AR15.
Luego de toda la información obtenida de la investigación, se permitió dar el alerta aduanero respecto de varios sospechosos. Tras lograr obtener información de que se intentaron realizar otros envíos, se llevaron a cabo operativos y así se logró la detención de todos los miembros de la banda, quienes llegaron a juicio el año pasado.