Una mujer fue detenida en las últimas horas en la provincia de Córdoba acusada de cometer el homicidio de su pareja. Al investigarla, la Justicia comprobó que llevaba un nombre falso y que estaba prófuga de la Justicia: tenía una condena a prisión perpetua y un pedido de captura internacional por el asesinato de otra pareja anterior a la que había asesinado con una modalidad delictiva similar.
El hecho sucedió el miércoles pasado, cuando el cuerpo de un hombre de 67 años identificado como Lorenzo Oscar Castro fue encontrado en medio de un incendio situado en una vivienda de General Roca. La causa fue caratulada como muerte de etiología dudosa, sin embargo, a medida que la investigación avanzó, esta dio un giro inesperado: el testimonio de los hijos de la víctima fue clave.
Con el avance de la investigación, se descubrió que la mujer y quien era la pareja de Castro había dado un nombre falso. Su identidad real es Graciela Alcaraz, de 65 años, y recaía sobre ella un pedido de captura internacional por el crimen de una ex pareja, ocurrido en la provincia de Buenos Aires, con una modalidad delictiva similar.
Inmediatamente, se ordenó su detención y los oficiales de la Policía montaron un operativo en un centro médico, donde la habían convocado, bajo la excusa, de que le entregarían una documentación necesaria para avanzar en su investigación.
En ese contexto, la mujer quedó arrestada y fue imputada por el delito de “Homicidio doblemente agravado por el vínculo y por premeditación», en el marco de la causa tramitada ante el fiscal Javier Di Santo en los tribunales de Río Cuarto.
A su vez será puesta a disposición del Juzgado de Correccional de Ciudad de Buenos Aires N° 15, el cual la condenó a prisión perpetua en 2023 por el crimen de otra ex pareja, y por el que tenía pedido de captura internacional a través de Interpol.
“Esta persona pretendía lo que había logrado hasta el momento en Buenos Aires: fugarse y mantenerse prófuga”, dijo el abogado de la familia de la víctima, Alexis Alvarenga, según consignó el medio local La Voz. Además, definió a la acusada como una mujer “extremadamente astuta”.