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Ni bicarbonato ni vinagre: el truco para desinfectar las frutillas 

Las frutillas son una de las frutas más frescas y versátiles, pero también son bastantes delicadas y pueden echarse a perder rápidamente si no son almacenadas correctamente.

En este marco, existe un método infalible que disminuye el tiempo en el que las frutillas se deterioran: la termoterapia. Se trata de una técnica fácil de realizar, rápida y para la que no se necesitan productos como el vinagre o el bicarbonato de sodio.

La termoterapia consiste en aplicar calor a las frutas o verduras, en este caso a las frutillas, y reduce o elimina la presencia de microorganismos u otros residuos que se encuentran en la superficie de las frutas.

¿Cómo se hace? Las frutas o verduras se deben exponer a temperaturas controladas durante un lapso de tiempo, el cual se puede hacer mediante el uso de vapor, agua o aire caliente.

La técnica con agua caliente consta en sumergir las frutas a una temperatura entre 50-60° entre 30 segundos y 2 minutos. Luego, deberás retirarlas y enjuagarlas inmediatamente con agua fría para detener el proceso y evitar que se dañen.

En cuanto al método de vapor, deberás hervir agua en una olla y colocar las frutas encima con un colador. Dejalas reposar entre 30 segundos y 2 minutos. Retiralas y dejá que se enfríen.

Las frutillas no deben guardarse en cualquier parte de la cocina o de la heladera. El lugar ideal para almacenarlas es en un cajón de la heladera que tenga una temperatura de entre 0 y 4 grados. Si bien las frutillas no deben dejarse a temperatura ambiente por mucho tiempo, es importante no congelarlas, ya que la congelación puede alterar su textura y sabor.