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Debate abierto. Concedieron la libertad al guardiacárcel que mató a un ladrón en fuga

El guardiacárcel Lucas Eduardo Gaitán acusado de homicidio y tentativa de homicidio ocurrida en la zona del Parque Guillermina quedó en libertad.

Se llevó a cabo una audiencia y se decidió que permanezca en libertad, pero el caso sigue su curso en sede judicial, ahora el Ministerio Público Fiscal deberá reunir las pruebas necesarias para poder determinar fehacientemente si corresponde elevar el caso ajuicio oral o si el imputado es exonerado de los cargos. El caso es investigado por la Fiscalía de Homicidios II, a cargo de Carlos Sale, quien imputó a Gaitán Soraire por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y tentativa de homicidio agravado, bajo la figura de exceso en la legítima defensa.

El agente del Servicio Penitenciario es señalado como el responsable de la muerte de Nelson Lautaro Pérez, de 20 años, y de haber herido de bala a V.I.M., un adolescente de 15, al intervenir en el asalto contra un sacerdote.

A pesar del pedido del fiscal Sale, el juez Bernardo L’Erario Babot resolvió otorgarle la libertad, tras considerar los argumentos expuestos por la defensa.

El hecho tuvo lugar en calle San Martín al 3.800 el pasado martes a las 7 de la mañana. Tres jóvenes a bordo de una motocicleta interceptaron al sacerdote José Abuín y le sustrajeron su bicicleta.

El guardiacárcel Gaitán Soraire, quien se encontraba en una vivienda cercana, observó la escena y decidió intervenir. El imputado efectuó al menos dos disparos con una pistola que, según la fiscalía, portaba sin autorización legal.

Uno de los proyectiles impactó en Pérez, quien falleció minutos después en plena vía pública, mientras que otro alcanzó al adolescente que logró escapar y fue internado en el Hospital Padilla, donde permanece fuera de peligro.

El auxiliar de fiscal Miguel Fernández argumentó que los agresores ya habían descartado la bicicleta y estaban huyendo. Entiende que ya no representaban un peligro, no habían consumado el objetivo delictivo y la reacción del guardiacárcel fue desproporcionada.

En tanto el abogado defensor, Javier Lobo Aragón, cuestionó esa argumentación y por el contrario justificó la reacción del guardiacárcel, afirmando que actuó conforme a su deber y en un contexto de peligro inminente.

El propio Gaitán Soraire sostuvo su versión de los hechos y aseguró que nunca tuvo la intención de matar a nadie y que en ningún momento vio que uno de los delincuentes se haya desplomado después de sus disparos, de lo contrario lo hubiese asistido.

Pese a la solicitud del Ministerio Público Fiscal, que pedía cuatro meses de arresto domiciliario para evitar cualquier intento de entorpecimiento de la investigación, el juez L’Erario Babot resolvió hacer lugar al pedido de la defensa y otorgarle la libertad bajo normas de conducta.

Los querellantes, Manuel Pedernera (representante de la familia de Pérez), Atilio Juárez (por V.I.M.) y la defensora de Niñez, Luz Corbalán, habían solicitado que el acusado cumpliera prisión preventiva en una unidad penitenciaria, argumentando que existía un riesgo de fuga y de manipulación de testigos. No obstante, sus pedidos fueron rechazados.

Este caso reaviva un debate que tiene décadas en nuestro país. Algunos felicitan la actuación del guardiacárcel por entender que cumplió con su deber frente a un acontecimiento delictivo, y otros optan por cuestionar el accionar sosteniendo que es un exceso de quien carga una arma que le fue confiada para actuar en situaciones de inseguridad que no se dieron en este que se analiza.