Presentó formalmente su renuncia como miembro de la comisión de Juicio Político el parlamentario peronista José Fernando Orellana, quien tiene dos fallos condenándolo por abuso sexual simple. No tenía estatus moral para pertenecer a ese espacio que analiza la conducta de jueces y funcionarios.
El defensor de la ex jueza Ballesteros, había puesto en conocimiento de la presidenta del Jury, Eleonora Rodríguez Campos, la sentencia contra el legislador Orellana en una causa por abuso sexual, con una pena de tres años de prisión de cumplimiento en suspenso e inhabilitación especial y perpetua para ejercer cargos públicos, dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal y Corrección 28 de la Capital Federal. Se remarcó que el fallo fue confirmado por la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional Sala III de la Capital, y que la Justicia rechazó un recurso de queja interpuesto por el famaillense.
Es inadmisible que Orellana siga siendo legislador, se pueden argumentar cuestiones técnicas, pero por una cuestión mínima de decoro debería por lo menos pedir licencia hasta que su caso se resuelva. Pero la honra y el pudor no son virtudes presentes en muchos políticos.
En la nota que envió Orellana renuncia aduciendo problemas personales. En la misma expresa “Tengo el agrado de dirigirme a usted con el fin de presentarle mi renuncia irrevocable como integrante de la Comisión de Juicio Político de este honorable cuerpo legislativo, cargo que he desempeñado con total compromiso hasta la fecha. Esta decisión responde exclusivamente a razones estrictamente personales, las cuales no me permiten proseguir desarrollando mis funciones en dicha comisión con la dedicación y responsabilidad que la misma exige y merece”.
Frente a esto el oficialismo deberá ocupar ese estratégico lugar vacante en una comisión considera vital para el funcionamiento institucional.