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Roberto Sánchez salvará la ropa de la oposición

La oposición en Tucumán está en un proceso de reconstrucción para poder enfrentar las elecciones de octubre. Después de los comicios de 2023 no hubo ningún intento por rearmar ese espacio.

El sector sabe que debe buscar una performance destacada en la próxima contienda electoral si quiere tener chances en 2027 cuando se celebre la elección provincial. Primero esta el llamado a las urnas para este año.

Tendrán que competir con un oficialismo que está muy fuerte pero que no tiene candidatos que puedan atraer al electorado, aunque en al peronismo con algunas figuras de mediano calibre se lo puede poner en movimiento, tal vez sin esperar repetir la misma cantidad de votos que en la elección provincial de 2023.

El gobernador de la provincia Osvaldo Jaldo, se juega mucho en este llamado electoral ya que será una muestra del nivel de apoyo de la opinión pública. Cuenta con el acompañamiento del vicegobernador Miguel Acevedo y de la intendenta de la Capital Rossana Chahla. Ninguno de los dos está dispuesto a ser «candidato testimonial» como se llegó a especular en algún momento.

Jaldo deberá pensar a cual de sus funcionarios puede «sacrificar» para armar la lista de candidatos a diputados. Encuesta en mano seguramente decidirá los que deberán salir a la cancha y ponerse la campaña sobre los hombros. Saben que si la «causa» los necesita deben aceptar este desafío aunque no haya estado en sus planes cuando aceptaron el cargo.

Cambiaron las épocas donde sobraban candidatos para armar las listas de diputados y senadores nacionales. Estamos ante la escasez de políticos que hayan impreso su nombre en el imaginario de la gente. La opacidad abunda en todos los espacios, pero lo más preocupante que esta realidad se vive en el peronismo, otrora una inagotable cantera de dirigentes prometedores.

Mariano Campero, se encuentra en una situación política incómoda. Desde que se calzó la «peluca» y se mostró en varios medios de comunicación de Buenos Aires quedó signado para siempre como un jugador extrapartidario de LLA. Ahora dice que apoya la candidatura de Roberto Sánchez, pero resulta que el ex piloto realizará su campaña identificándose con una posición enfrentada a Milei. Es un crítico definido y así se mostró en todo momento. En ese sentido no representará ningún cambio político sino todo lo contrario: tiene una sola e invariable línea argumental.

Sánchez es uno de los únicos opositores que puede presumir de contar con un identidad clara y votos. Supo conservarse sin hacer prácticamente nada que sobresalga, pero eso le sirve para conservar su imagen prolija.

En Fuerza Republicana solo sobresale un nombre que es el de Ricardo Bussi, ya gastado por el paso del tiempo, pero que no supo generar nuevos dirigentes que resalten como para sostener la marca política.

El PRO tiene una entidad inexistente en el imaginario social y la izquierda ayudada por la boleta sábana presentará tal vez los mismos candidatos de siempre, como para no dejar el casillero vacío.