La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, salió este jueves a defender a Javier Milei luego de que el mandatario dijera busca que «que los malvinenses quieran ser argentinos sin tener que disuadirlos», una frase que caló hondo en la sociedad y en diferentes sectores políticos del país en un tema muy sensible para el país. «No tuvo que ver con un concepto de autodeterminación o no», remarcó Bullrich.
«Yo creo que el Presidente reconoció que hemos tenido un fracaso enorme, que en algún momento la Argentina estuvo cerca, en varios momentos históricos estuvo cerca de buscar una solución, inclusive antes de la guerra, y después el piripipí, el verso político, hizo que se reivindicara mucho y se gritara mucho, pero que nunca se logró ningún objetivo, que en realidad era para la tribuna, para decirlo de alguna manera», dijo la ministra en diálogo con Cadena 3 Rosario.
Allí también aseguró que lo que dijo Milei «fue un concepto de decir que a la Argentina van a querer venir todos cuando la Argentina sea una gran potencia, como hoy mucha gente de Centroamérica o de Latinoamérica, inclusive argentinos, quieren ir a Estados Unidos o se van a vivir a países donde sienten que tienen un mejor desarrollo».
«Entonces, cuando seamos primera potencia no va a haber ni que poner en discusión el tema, me parece que lo que hace el Presidente es decir, la discusión que hoy tenemos respecto a qué va a pasar es una discusión que no ha tenido avances de ningún tipo, y al revés, ha tenido hasta retrocesos. Pero si la Argentina es un país con bienestar, con trabajo, con buenos sueldos, con seguridad, la gente va a querer venir, y ahí también los que habitan las Malvinas», agregó.
La polémica frase de Milei se dio en el acto que el Presidente encabezó en la Plaza San Martín, en homenaje a los héroes de Malvinas, en un nuevo aniversario del comienzo de la guerra que marcó al país.
Milei leyó en el acto frente al monumento a los caídos: “Y si de soberanía sobre las Malvinas se trata, nosotros siempre dejamos claro que el voto más importante de todos es el que se hace con los pies. Anhelamos que los malvinenses decidan algún día votarnos con los pies a nosotros. Por eso buscamos hacer de Argentina una potencia tal que ellos prefieran ser argentinos y que ni siquiera haga falta la disuasión o el convencimiento para lograrlo”.
«Me parece que lo dijo en un sentido de ejemplaridad, no lo dijo en un sentido de que esta es la política internacional del Gobierno. Así lo tomé yo, estando ahí, y bueno, en algún momento los argentinos tendremos que discutir cuál es el camino, si es el no diálogo o si el camino es el diálogo, cuál es el camino con las Malvinas, ¿no? Si el camino es el grito o el camino es la efectividad, es decir, la contundencia de lograr algo», siguió Bullrich.
A su vez, manifestó que en materia de negociación por Malvinas hasta ahora «gritamos, gritamos, gritamos, pero solo se consiguieron cosas cuando se avanzó concretamente sobre propuestas». Y reivindicó «la década del 90» y también antes de la guerra, porque según ella «la Argentina estaba bastante avanzada en las negociaciones con Inglaterra para lograr un estatus especial de las Malvinas».