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Le pidieron $50.000 extra en el alquiler por su mascota

Un insólito chat entre un propietario y un inquilino interesado en alquilar un departamento en Córdoba se volvió viral y desató una fuerte controversia en redes sociales.

El motivo de la polémica fue el alquiler «extra» que el dueño del inmueble exigió de $50.000 por cada mascota del potencial locatario, una condición que reavivó el debate sobre los derechos de los inquilinos y la regulación del mercado inmobiliario.

El chat que desató la polémica se inicia cuando el interesado en la propiedad, ubicada en Humberto Primo al 5.600, recibió las condiciones de alquiler. Entre los requisitos figuraban que el máximo de personas a vivir en el lugar eran 3 personas, la prohibición de tener mascotas en la propiedad, el pago por mes adelantado de $800.000 y una comisión de $850.000, el reajuste trimestral según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y las garantías de tres personas con recibos de sueldo de la provincia de Córdoba con una antigüedad de cinco años.

Pero al explicar el interesado que sí tenía mascotas, el propietario respondió: “Debería abonar un extra de $50.000 por las mascotas, dependiendo del tamaño”.

La respuesta irónica del inquilino no se hizo esperar: “Ah, ok. No, gracias. No nos agende. Suerte con el alquiler”., a lo que el dueño replicó con un tono similar: “Gracias, suerte con las mascotas”.

Polémica instalada

El caso no tardó en captar la atención de referentes del sector inmobiliario. Virginia Manzotti, presidenta del Consejo Federal de Colegios Inmobiliarios, explicó a El Doce que “si el Reglamento de Copropiedad no admite mascotas, los inquilinos no pueden tenerlas, salvo que presenten un certificado médico que acredite su necesidad como parte de un tratamiento terapéutico”. Sin embargo, consideró “desmedidos” los requisitos del propietario.

Por su parte, Pedro Cámara Correa, presidente de la Cámara de Corredores Inmobiliarios de la Provincia de Córdoba, admitió que “no hay un marco legal que estipule este tipo de cobros adicionales”, agregando que, aunque no sea una práctica ética, su implementación “depende de lo que disponga el propietario”.